Conservaba todo esto en su corazón - Alfa y Omega

Conservaba todo esto en su corazón

Sábado. Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María / Lucas 2, 41-51

Carlos Pérez Laporta
'Jesús entre los Doctores'. Giotto. Basílica baja de Asís, Italia
Jesús entre los Doctores. Giotto. Basílica baja de Asís, Italia. Foto: Web Gallery of Art.

Evangelio: Lucas 2, 41-51

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.

Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escu- chándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». Él les contestó:

«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron lo que le dijo.

Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Comentario

«Su madre conservaba todo esto en su corazón». María no comprendía muchas cosas, pero estaba atenta a todo lo que sucedía. Sabía que en cada instante se estaba revelando Dios en todo lo que sucede: le habla en su historia. Por eso, aún sin entender, guarda cuidadosamente todo en su interior. Cada palabra. Cada acontecimiento. Nada es desechado. Por eso su interior es tan hermoso, porque con tanto cuidado resguarda todo que puede decirse que su corazón es de algún modo es todas esas cosas. Su corazón casi coincide con la vida de Jesús.

De tanto en tanto, se ensimisma y recupera los recuerdos, los devuelve al corazón. Quiere saborearlos. Cada palabra muestra nuevos sentidos. Cada experiencia trae nuevas verdades. Porque conservar la vida en el corazón no significa almacenarla en formol. La vida se conserva tan solo si se mantiene viva. La vida que conserva en su interior está viva porque transmite vida. Vivificaba la vida de María, llenando de esperanza todo. Y vivifica nuestra vida hoy. Lucas tomaba su evangelio de la memoria de María, de su corazón memorioso. El evangelio de Lucas es la memoria de la vida de Jesús en la Iglesia, contenida en el dulce corazón de María.