Concluye la primera asamblea plenaria de la Iglesia amazónica
La Conferencia Eclesial de la Amazonia es el primer organismo de este tipo «de dimensión regional y estilo sinodal», recordó el cardenal Czerny
La consolidación de «una Iglesia con rostro amazónico» ha dado nuevos pasos esta semana, con la celebración el lunes y martes de la primera Asamblea Plenaria de la Conferencia Eclesial de la Amazonia. Un encuentro virtual a causa de la pandemia, que contó con el acompañamiento en la distancia del Papa a través de su delegado, el cardenal Michael Czerny. También su presidente, el cardenal Claudio Hummes, subrayó que Francisco «nos acompaña y se siente cercano a lo que está realizando aquí».
En la sesión de apertura, el cardenal checoslovaco-canadiense señaló que «estimular la evangelización en todo el territorio» debe ser el objetivo final de este organismo, nacido en junio a partir de las propuestas del Sínodo sobre la Amazonia. La plenaria coincidía, de hecho, con el primer aniversario de la clausura del sínodo. Se trata, explicó, de un paso más para realizar la llamada del Concilio Vaticano II a «insertarse en la cultura de los pueblos», un rasgo de la «economía de la encarnación».
El encuentro contaba con la presencia de los obispos de las 103 circunscripciones eclesiales en que se dividen los siete millones y medio de kilómetros cuadrados de la región panamazónica. Pero también de otros colaboradores, representantes de distintas instituciones y realidades, así como de los pueblos y comunidades originarias. En total, unas 300 personas. Quedaba subrayado así que la CEAMA es, como recordó Czerny, la «primera conferencia eclesial de dimensión regional y estilo sinodal». Esta nueva forma de organización es «una alegre expresión del desborde del Espíritu Santo y de la eterna novedad de Jesucristo».
Primer plan pastoral panamazónico
Esta diversidad, además, ha aportado «riqueza de espíritu, conocimiento y experiencia para delinear juntos el primer plan pastoral de la Iglesia en toda la región». Durante el resto del encuentro, los participantes analizaron en diez grupos los 20 núcleos temáticos prioritarios que se habían seleccionado a partir de la exhortación postsinodal del Papa, Querida Amazonia, y de los cuatro «sueños» que el Santo Padre formuló en ella.
El vicepresidente de la CEAMA, monseñor David Martínez de Aguirre, vicario apostólico de Puerto Maldonado, invitó a trabajarlos compartiendo lo que se está viviendo en las distintas comunidades, y cómo se está acogiendo tanto el documento como la puesta en marcha del nuevo organismo.
Signos de esperanza
Dentro del análisis de la situación actual, la presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos, hermana Gloria Liliana Franco, señaló algunos signos de esperanza que se están produciendo: la reforma del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM); el fortalecimiento de la Iglesia doméstica (especialmente en el marco de la pandemia de COVID-19), que ha hecho presente una nueva manera de construir lo comunitario; la acción comprometida y solidaria de las comunidades de base, y la multiplicación de los encuentros formativos y a la creación de más redes que aúnan las fuerzas de distintas instituciones y congregaciones para dar respuesta a los desafíos de la realidad.
El desarrollo de la CEAMA, concluyó la religiosa, debe contribuir a seguir fortaleciendo una Iglesia itinerante, un laicado que se moviliza y una vida consagrada que vive con fuerza su identidad misionera. Se trata de saber estar para descubrir las semillas de la esperanza, presentes en la Iglesia de la Amazonía, una Iglesia que para ella debe estar vestida solamente de Evangelio y sandalias.