Conchita, comboniana en Sudán, recibe la Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica - Alfa y Omega

Conchita, comboniana en Sudán, recibe la Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica

Concepción López Leal lleva en Sudán desde 1975, y allí ha vivido los 22 años de guerra civil, a veces sola en su comunidad

Redacción
El embajador de España en Sudán del Sur, Alberto José Ucelay, Conchita López y el nuncio, Luis Miguel Muñoz, tras la entrega del reconocimiento. Foto: OMP

La misionera comboniana M.ª Concepción López Leal fue distinguida este miércoles con la Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica. El reconocimiento a casi 50 años dedicados a los demás en Sudán le fue entregado en la Embajada de España en este país. La Real Orden de Isabel la Católica está vinculada al Ministerio de Asuntos Exteriores. Premia los «comportamientos extraordinarios de carácter civil» que redunden en beneficio de la nación o «contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación» con el resto de la comunidad internacional. La Cruz es el sexto de sus nueve rangos.

Conchita, como se la conoce habitualmente, es natural de Carmena, en Toledo. Llegó a Sudán en 1975, según informa Obras Misionales Pontificias. Allí se ha dedicado sobre todo a la catequesis y a las visitas a las familias y a los enfermos. Una labor que ha tenido que desarrollar en medio de la convulsa realidad de este país del este de África.

López Leal ha vivido la Segunda Guerra Civil (1983-2005) y el conflicto en Darfur desde 2003. En los años más duros de la guerra en Sudán, en los años 1990, se tuvo que quedar sola en la misión de Malakal. La hermana que estaba con ella había tenido que llevar unos niños minusválidos a Jartum y no pudo regresar. Conchita en ese tiempo se prodigó para llegar a todo y a todos.

La fuerza de Jesús

En su última visita a España, el año pasado, al mirar atrás la comboniana confesaba que lo que «nos da fuerza para seguir adelante» son las palabras de Jesús: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos». Asimismo, manifestaba su alegría por volver al que ahora considera su país. «Ha sido una alegría trabajar este tiempo con los más pobres, porque verdaderamente en ellos se encuentra profundamente el Señor», afirmaba. A Él le pedía «que me siga ayudando para llevar adelante su Evangelio».

La misión comboniana en Sudán, profundizan en OMP, forma parte del ADN del instituto misionero, puesto que en ella murió el fundador san Daniel Comboni. Estuvieron presentes en el país hasta 1964, cuando todos los misioneros fueron expulsados del país. En aquel momento había nada menos que 104 combonianos y 154 combonianas. Cuando la guerra terminó con el pacto de Addis Abeba en 1972 volvieron de nuevo y poco a poco se reabrieron las misiones que antes se habían cerrado.