Con 6 años, Wiktoria es la benjamina de Cáritas Polonia en la frontera con Ucrania
La pequeña y su madre clasifican, empaquetan y preparan la ayuda humanitaria que llega de otros países de Europa
Katarzyna Kręglicka y su hija Wiktoria, de 6 años, son desde hace una semana voluntarias en el Centro Logístico de Cáritas en Lublin, la novena ciudad más grande de Polonia, muy cerca de la frontera con Ucrania. Llegaron a allí tras conectar por redes sociales con un grupo de personas que acogían a refugiados ucranianos.
La pequeña se ha convertido en la voluntaria más joven de Cáritas en la respuesta a la crisis producida por la invasión rusa en Ucrania. Ayuda a su madre a empaquetar artículos y a embalarlos. A veces, pinta en las cajas un corazón para la gente ucraniana.
Wiktoria está orgullosa de estar allí, en primera línea para ayudar. Y no echa de menos la guardería. «Es aburrida dice. Ella misma ha regalado sus juguetes a los niños ucranianos en la estación de tren de Lublin los primeros días de la guerra.
Fueron las imágenes de la guerra las que movilizaron y prepa Katarzyna, que se puso en contacto con Cáritas. En estos momentos colabora en el centro logístico de Lublin, donde se trabaja día y noche para clasificar, empaquetar y preparar todo el material de ayuda humanitaria que llega de otros países de Europa.
«Algunos días —continúa— también trabajo en la frontera, ayudando a personas mayores y a madres con niños. No puedo quedarme sin hacer nada. Tengo que echar una mano», añade Katarzyna, que es maquilladora profesional en Polonia. Suele trabajar los fines de semana, pero como estamos en Cuaresma no se celebran bodas y tiene más tiempo libre.