Comunicado del arzobispo de Ruan tras la toma de rehenes y el asesinato de un sacerdote en Saint-Etienne-du-Rouvray

Infomadrid 26 de Julio de 2016

Desde la archidiócesis de Madrid, queremos mostrar nuestro dolor por el asesinato del sacerdote Jacques Hamel, tras la toma de rehenes en su iglesia en Normandía. Y nos sumamos a la oración del arzobispo de Ruan, Dominique Lebrun:

«Desde Cracovia, me entero de la matanza ocurrida esta mañana en la iglesia de Saint-Etienne du Rouvray.

Hay tres víctimas: el sacerdote, el padre Jacques Hamel, de 84 años, y los autores del asesinato. Otras tres personas han resultado heridas, una de ellas muy grave.

¡Clamo a Dios con todos los hombres de buena voluntad. Me gustaría invitar a los no creyentes a que se unan a este grito! Con los jóvenes de la JMJ, rezamos como hemos rezado delante de la tumba del padre Popielusko en Varsovia, asesinado durante el régimen comunista.

El vicario general, P. Philippe Maheut, está allí desde los primeros momentos. Yo estaré esta noche en mi diócesis junto a las familias y a la comunidad parroquial, que está conmocionada.

La Iglesia católica no puede emplear otras armas que la oración y la fraternidad entre los hombres. Dejo aquí a cientos de jóvenes que son el futuro de la humanidad, la verdadera. Les pido que no bajen los brazos ante las violencias y que se conviertan en apóstoles de la civilización del amor».

Infomadrid / Archidiócesis de Ruan

«De Cracovie, j’apprends la tuerie advenue ce matin à l’église de Saint-Etienne du Rouvray.

Elle fait trois victimes: le prêtre, le Père Jacques Hamel, 84 ans, et les auteurs de l’assassinat. Trois autres personnes sont blessées dont une très grièvement.

Je crie vers Dieu, avec tous les hommes de bonne volonté. J’ose inviter les non-croyants à s’unir à ce cri! Avec les jeunes des JMJ, nous prions comme nous avons prié autour de la tombe du Père Popielusko à Varsovie, assassiné sous le régime communiste.

Le vicaire général, le Père Philippe Maheut, est sur place depuis les premiers moments. Je serai dès ce soir dans mon diocèse auprès des familles et de la communauté paroissiale très choquée.

L’Eglise catholique ne peut prendre d’autres armes que la prière et la fraternité entre les hommes. Je laisse ici des centaines de jeunes qui sont l’avenir de l’humanité, la vraie. Je leur demande de ne pas baisser les bras devant les violences et de devenir des apôtres de la civilisation de l’amour».

Dominique Lebrun
Archevêque de Rouen