Comercio local para hacer barrio
Cuando Santiago ya llevaba 20 años en España, decidió crear su propia empresa aprovechando su experiencia como jefe de cocina. «Tenía en mente un proyecto de comida casera para llevar. Estaba buscando un sitio en Madrid donde poner la tienda, y tras estudiar los distritos, vi que en Vallecas había mucha población trabajadora a la que le hacía falta tiempo», recuerda.
A través del Vivero de Empresas de Puente de Vallecas, conoció Nantik Lum, una fundación que apoya a emprendedores para lograr el desarrollo del barrio. «Lo positivo de impulsar el pequeño comercio es que no solo se crea un negocio. Normalmente se generan también varios puestos de trabajo. Así no solo se beneficia la persona que crea el negocio, también la comunidad en que reside», apunta Fran Lores, uno de los responsables de la fundación.
Tal es el caso de Santiago y su negocio, Olimpia y Teresa cocinan para ti, bautizado con el nombre de las dos abuelas que le enseñaron a cocinar. «La comida casera requiere manos y eso es lo que hay aquí. Tenemos cuatro puestos de trabajo, todos a jornada completa, y uno de ellos lo ocupa una persona con discapacidad», cuenta el pequeño empresario.
Todo ello con la complicidad de los vecinos, quienes estaban hartos de ver cómo las tiendas de toda la vida cerraban una tras otra para ser sustituidas por franquicias. «Llevamos desde octubre de 2018 abiertos y de momento la gente está satisfecha porque es lo que le hacía falta al barrio. Hay quien nos dice “ya hacía falta que nos pusieran algo” porque es una zona que a veces está un poco olvidada. Hemos sido bien recibidos porque en un momento dejó de haber servicios y todo eran grandes cadenas», considera el jefe de cocina.
Herramientas para el desarrollo
Tan solo en la ciudad de Madrid, Nantik Lum atendió en 2018 de manera directa a 254 personas, el 77 % de ellas mujeres y el 60 % de origen migrante. Estos perfiles especialmente vulnerables atraviesan serias dificultades a la hora de crear su negocio y mantenerlo a flote. «Uno de los principales problemas que vemos en las personas que acuden a la fundación es la falta de formación en temas empresariales y desarrollo de negocio», señala Fran Lores. Para paliar estos problemas, la fundación no solo les ofrece formación. También ofrece microcréditos sociales sin necesidad de avales a las personas que desarrollen un plan de negocio viable. «La garantía es la confianza en el usuario y el trabajo que ha realizado con nosotros», comenta Lores.