Cobo en la apertura del Jubileo: «Hoy se nos invita a entrar en el proyecto de Dios» - Alfa y Omega

Cobo en la apertura del Jubileo: «Hoy se nos invita a entrar en el proyecto de Dios»

En la Misa de este domingo en la catedral de la Almudena, el arzobispo de Madrid ha invitado a hacer de la familia «un lugar de acogida de la esperanza»

Santiago Tedeschi
El cardenal José Cobo durante la homilía de este domingo en la catedral de la Almudena
El cardenal José Cobo durante la homilía de este domingo en la catedral de la Almudena. Foto: Archimadrid.

«Esta apertura del año jubilar es el preludio de una rica experiencia de gracia y misericordia». Con estas palabras ha comenzado el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, la Misa de apertura del Jubileo 2025, celebrada este domingo en la catedral de la Almudena. A la Eucaristía han asistido también los obispos auxiliares de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, Vicente Martín y José Antonio Álvarez; el obispo electo de Segovia y auxiliar de Madrid, Jesús Vidal, el nuncio apostólico en Venezuela, Alberto Ortega, así como vicarios episcopales, arciprestes y numerosos sacerdotes de la diócesis.

«Hoy es un día muy especial para nuestra Iglesia de Madrid y aquí tenemos una foto preciosa, con todos los que estamos hoy en la Eucaristía», ha subrayado Cobo al principio de la homilía. En el domingo en el cual se celebraba la fiesta de la Sagrada Familia, ha recordado cómo, tras la apertura de la Puerta Santa en San Pedro el día 24 de diciembre, «hoy continua ese inicio en San Juan de Letrán y en cada catedral se celebra de un modo especial este inicio del Jubileo». 

La esperanza «no es nostalgia»

En estos últimos días del año es típico hacer balances, mirar los acontecimientos más importantes que han sucedido en el mundo. Llegan también los buenos deseos para el nuevo año que está a punto de empezar: «Suena sencillo y es una tentación reducir la esperanza a buenos deseos genéricos. Ojalá ocurran, que las cosas mejoren y que la gente más necesitada sufra menos. Pero, ¿no os parece que con solo decirlo es insuficiente?», ha preguntado el cardenal en su homilía.

La mirada del arzobispo de Madrid ha querido este domingo ser «más audaz»: «La esperanza no es un vacuo sentimiento que anhela cosas, no es nostalgia ni una última forma de resignación cuando no queda otra cosa. La esperanza es la lucidez para ver todas las posibilidades que germinan en el corazón de nuestro mundo; la esperanza es la confianza en que el bien de Dios va creciendo y es también el compromiso personal para hacer lo posible para entrar en el proyecto de Dios».

Mirar con los ojos de María

«La esperanza es mirar con los ojos de María, esa que descubre cómo esa salvación se realiza a través de los ojos de un niño, acompañándolo incluso en momentos oscuros a los pies de la cruz». Una esperanza que pasa también, y así lo ha remarcado Cobo, por «empeñarnos a buscar los signos que apuntan por dónde está echando sus raíces. Tendremos que ser expertos en analizarlos y detectarlos». Se nos llama, como dice el Papa Francisco, a «vivir anclados en la esperanza», anclados en medio de las tormentas de nuestro día a día, anclados sabiendo que «nuestra ancla es el mismo Jesús que se nos regala».

Estas celebraciones navideñas y el cambio de año nos hacen pensar en el paso del tiempo. El Jubileo «nos habla de historias, de siglos de celebraciones. ¡Cuántas figuras han brillado y se han desvanecido, cuántas historias ya se han olvidado o han pasado de moda! Lo ocurrido con Jesús sigue siendo para nosotros luz, faro y promesa». «No reduzcamos la vida al presente, no convirtamos la esperanza en la exigencia de algo rácano e inmediato. Somos parte de una historia abierta a la eternidad. Ese es el Jubileo. En esa historia hemos sido incorporados», ha subrayado el cardenal.

Eucaristía de este domingo en la catedral de la Almudena con motivo del Año Jubilar
Eucaristía de este domingo en la catedral de la Almudena con motivo del Año Jubilar. Foto: Archimadrid.

Y si la esperanza es confianza, también «es un compromiso en el proyecto de Dios». Compromiso con nuestras promesas, talentos, tiempo y vida: «El Papa nos ha invitado a sembrar esperanza en muchos ámbitos de nuestras vidas. Permitidme que hoy pongamos esta invitación a hacer de la familia un lugar de acogida de la esperanza. En un mundo de muchas soledades, individualismo y egoísmo, la familia aparece como una luz muy especial. Si nos abrimos a la esperanza, podemos aprender de la familia, que es el taller de la esperanza en la que caminamos en medio de las dificultades. Una sociedad que no cuida a sus familias se desintegra».