Chile vota en contra del «radicalismo» del proyecto de nueva Constitución - Alfa y Omega

Chile vota en contra del «radicalismo» del proyecto de nueva Constitución

El resultado «no significa que no haya necesidad de un nuevo andamiaje constitucional», asegura José Antonio Rosas, que llama a los católicos a «involucrarse» en el nuevo proceso

José Calderero de Aldecoa
Una mujer emite su voto durante el referéndum constitucional. Foto: AFP / Martín Bernetti.

Chile ha dado la espalda al actual proyecto de una nueva Constitución. En el referéndum celebrado este domingo 4 de septiembre, el 62 % de los chilenos —la participación era obligatoria— han optado por el rechazo y solo el 38 % se han decidido por el apruebo. El contundente resultado ha sido un varapalo para el presidente Boric, cuyo Gobierno había apostado por un triunfo del apruebo. A partir de ahora, se deberá abrir otro proceso para redactar un nuevo texto.

«El resultado del plebiscito esta noche en Chile refleja el rechazo que ha dado la sociedad chilena a los maximalismos y radicalismos. En este caso, de una Constitución que postulaba cambios radicales y extremistas, lo cual genera una gran desconfianza e incertidumbre a la población chilena», asegura José Antonio Rosas, director general de la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, cuya sede está en Chile.

El nuevo texto establecía derechos como la salud pública y universal, la educación gratuita y el acceso a la vivienda y el agua, pero también al aborto sin límites. Además, abría la puerta a la eutanasia, limitaba la libertad de los padres en la enseñanza de sus hijos o la libertad religiosa.

Tiempo de los moderados

El rechazo se ha dado prácticamente en todas las ciudades. «Han sido contadas con los dedos de las manos aquellas ciudades en donde ha ganado el apruebo». Para Rosas, «es significativo» que una de las regiones donde el apoyo del rechazo ha sido más alto, con un 75 %, «haya sido justamente en La Araucanía, donde se reivindica con más fuerza el tema mapuche y donde más atentados terroristas han sufrido».

El director de la Academia explica que este resultado «no significa que no haya necesidad de un nuevo andamiaje constitucional para los desafíos y cambios que exige la sociedad». Hace falta, pero este debe estar libre del extremismo. «Lo que ha fracasado esta noche ha sido una propuesta radical», que indica que «hoy, sin duda alguna, es el momento de los moderados».

En este sentido, José Antonio Rosas ve con «esperanza» que esta misma noche «dirigentes de diferentes partidos de centro derecha han anunciado su compromiso por hacer una nueva constitución, pero con mayor seriedad y profesionalismo». También «es esperanzador como se ha aglutinado nuevamente el centro izquierda, que parecía que en los últimos años se estaba extinguiendo. Hoy, nucleados en torno al movimiento de los amarillos, se han comprometido a impulsar cambios constitucionales».

Y en medio de todos ellos, los católicos «estamos llamados a involucrarnos» en el nuevo proceso que se está abriendo en el país. «Debemos ser quienes le den sentido y espesor cristiano a los cambios que requiere la sociedad», concluye el director general de la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos.