CEU y One of Us en Bruselas: «El aborto no puede ser un derecho en Europa»
Eurodiputados, juristas y filósofos participan este miércoles en el acto El aborto no es un derecho fundamental de la UE. «Se blanquearía algo grave y violento» si se incluye en la Carta Europea de Derechos Fundamentales, denuncian los organizadores
Políticos e intelectuales de más de una decena de países europeos participan este miércoles en una conferencia organizada por la Fundación Universitaria San Pablo CEU, junto a One of Us y más de 50 organizaciones civiles en Bruselas, contra la introducción del aborto en la Carta Europea de Derechos Fundamentales.
«En Europa hay varias iniciativas que persiguen considerar el aborto como un derecho», afirma Ana del Pino, coordinadora general europea de One of Us, «y recibieron un impulso del presidente Emmanuel Macron al poco de estrenar la presidencia francesa de la Unión Europea», en enero del año pasado.
La del presidente galo «fue una declaración contra la vida humana en Europa, y por eso muchas organizaciones nos hemos movilizado para decir que el aborto no puede ser un derecho reconocido en Europa», añade Del Pino.
Si el aborto se incorporara a la Carta de Derechos Fundamentales, «la Carta caería en una contradicción interna con su artículo primero, que defiende el derecho a la vida» de los europeos. Además, «el aborto no es competencia de la UE, y de hecho hay algunos países que no lo contemplan en sus legislaciones», concluye Ana del Pino.
En este sentido, Álvaro Silva, subdirector del el Instituto de Estudios Europeos CEU San Pablo, abunda en que «técnicamente» esta inclusión del aborto en la Carta de Derechos Fundamentales «no tendría un gran impacto», porque «al fin y al cabo solo se puede invocar la Carta para revocar un acto de las instituciones europeas, o un acto de una legislación nacional en aplicación de una norma europea».
Sin embargo, «hay que mirar más allá para comprender la gravedad de este asunto», dice Silva, pues «habría un gran perjuicio en términos de conciencia pública». Así, si la Unión Europea lo adopta como un derecho, «se crearía la sensación de que el aborto es algo bueno, que debe ser protegido por todas las legislaciones nacionales, y hasta exigible. Se blanquearía así algo que en realidad es grave y violento».
Aterrizando en nuestro país, en España «sería un aval» para quienes quieren hacer avances legislativos en este campo. «Sin duda impulsaría y animaría a las fuerzas políticas que contemplan el aborto como un derecho», asegura Silva.