Cerco policial contra la iglesia de San Miguel Arcángel en Nicaragua
La policía tiene aislada a la iglesia San Miguel Arcángel, en Masaya, donde se encuentran diez madres de presos políticos, acompañadas por el párroco, haciendo una huelga de hambre por la liberación de sus hijos. Los agentes no permiten que nadie entre o salga de la iglesia, no permiten que se les suministra agua, alimentos o medicinas y han cortado el agua y la luz del templo. «El Gobierno de España solicita el levantamiento inmediato del asedio policial al que están sometidos en dicha iglesia el párroco y los fieles que le acompañan», ha apuntado el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación en un comunicado
La Policía de Nicaragua lleva todo el fin de semana cercando la iglesia de San Miguel Arcángel en Masaya, donde un grupo de diez madres de presos políticos se encuentran realizando una huelga de hambre desde el jueves para pedir la liberación de sus hijos.
Los agentes no permiten que nadie entre o salga de la iglesia o que se les suministra agua, alimentos o medicinas. Las autoridades incluso ordenaron el corte del agua y de la luz del templo, lo que ha dejado a las mujeres en una situación muy delicada.
Con ellas se encuentra el párroco del templo, el sacerdote Edwing Román, que ha denunciado el asedio de los policías y de los paramilitares y que trata de sostener espiritualmente a las mujeres.
Comunicado del Gobierno de España
El cerco policial a la iglesia representa «la mayor escalada contra la libertad religiosa en Nicaragua en meses», asegura una fuente de Nicaragua. De hecho, el suceso ha generado una indignación internacional que ha llevado a diferentes países y organismos a pronunciarse en contra de la respuesta del régimen de Ortega.
«El Gobierno de España solicita el levantamiento inmediato del asedio policial al que están sometidos en dicha iglesia el párroco y los fieles que le acompañan», ha apuntado el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación en un comunicado.
«La libertad de expresión, manifestación y reunión son pilares básicos de la democracia garantizados por la Constitución nicaragüense. España reclama una urgente salida de la crisis a través de una negociación política basada en el respeto de los de los derechos humanos y los valores democráticos».
En el comunicado, el Gobierno también ha expresado su «preocupación por las detenciones de 13 ciudadanos nicaragüenses» que prestaban apoyo a los familiares de los presos políticos.
«Fueron detenidos por tratar de hacer llegar agua a las madres que están encerradas en la Iglesia. Les han acusado de un “delito de ámbito nacional”, que es algo que ni siquiera está tipificado en Nicaragua», asegura un responsable de la Unidad Azul y Blanco, organización social a la que pertenecían los detenidos.
En conversación con Alfa y Omega, el responsable alaba el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores español, pero espera «un pronunciamiento más contundente del Gobierno. Desde la Unión Europea se mira mucho la actuación de España con respecto a Nicaragua, es un referente, y sería importante que se establecieran medidas más duras contra el régimen».
Intervención privada del Papa
Por su parte, el cardenal Brenes, arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal, ha instado a las autoridades a restablecer por «humanidad» el servicio de agua y electricidad y ha asegurado estar haciendo las debidas gestiones para poder acceder a la parroquia.
El purpurado también ha asegurado que el Papa Francisco ha pedido al Gobierno de Daniel Ortega que escuche las demandas de las madres y libere a los presos políticos. «El Santo Padre de manera muy privada lo ha hecho (esa solicitud al Gobierno) y ojalá pues que se pueda escuchar la voz del Santo Padre y pronto esas madres puedan tener a esos hijos en sus hogares de manera especial en Navidad», ha señalado.