Cerca de 30 premios Nobel se unen al llamamiento de una tregua olímpica del Papa

«Que los miles de millones de personas que verán los Juegos se unan a vosotros para pedir la paz. Asegurémonos de que nuestros hijos nos sobrevivan». Este es el llamamiento que cerca de 30 premios Nobel han remitido en una carta carta abierta al Papa Francisco, al patriarca ortodoxo Bartolomé, al Dalai Lama y a varios representantes del islam y del judaísmo, en la que les imploran que pidan un alto el fuego mundial a todos los gobiernos antes de los Juegos Olímpicos.

La misiva está firmada, entre otros, por los premios Nobel de Medicina Erwin Neher, sir Peter Ratcliffe y Barry Marshal; los Nobel de Literatura Svetlana Alexievich y Elfriede Jelinek; los Nobel de Química Emmanuel Charpentier, Elias James Corey, Alan Heeger y Martin Karplus; los Nobel de la Paz Maria Resa, Jody Williams, Beatrice Fihn y Tawakkol Karman; y los Nobel de Física Roger Penrose, Michel Mayor y Andre Geim.

El Pontífice fue el primero en pedir una tregua durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París del 26 de julio al 11 agosto donde 10.500 atletas de 206 países competirán en 329 eventos deportivos. «En el momento histórico especialmente oscuro que vivimos, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París son una oportunidad para la paz», escribió el Pontífice en el prólogo del libro Giochi di pace. L’anima delle Olimpiadi e delle Paralimpiadi (Juegos de paz. El alma de las Olimpiadas y Paralimpiadas), un volumen de Athletica Vaticana que ha sido publicada por la Librería Editora Vaticana.

«Mi esperanza es que el deporte pueda construir puentes, derribar barreras y promover relaciones pacíficas de manera concreta», deseó el Papa que también defendió que el deporte olímpico y paralímpico pueden abrir canales diplomáticos para lograr la paz. Para el Pontífice, «el auténtico espíritu olímpico y paralímpico es un antídoto para no caer en la tragedia de la guerra y redimirse poniendo fin a la violencia».

Francisco se sumó así al llamamiento de la ONU que, a finales del pasado año, adoptó una resolución solicitando que callen las armas durante las Olimpiadas que fue adoptada por 118 votos a favor y contó con las dos abstenciones de Rusia y de Siria, que protestaron así por la exclusión de Rusia del Comité Olímpico Internacional.

Los Nobel han alzado ahora su voz para unirse a este llamamiento por la paz. En el texto reflexionan sobre la incapacidad de la política para poner fin a los conflictos armados. «En la actualidad, hay al menos 55 conflictos de este tipo en curso», aseguran. La guerra en Ucrania que arrancó hace dos años y medio tras la invasión del ejército de Moscú ocupa gran parte del escrito.

«Una guerra sangrienta —el conflicto entre Rusia y Ucrania— está teniendo lugar en el continente europeo por primera vez en décadas. Las consecuencias de este prolongado conflicto, ahora en su tercer año, han reverberado en varios países, causando un aumento de la hambruna en las naciones africanas, una crisis migratoria en Europa y la liberación de sustancias nocivas de todos los bombardeos en el agua, los alimentos y los suministros de leche que llegan a la población de los seis continentes», explican en la carta publicada por el diario italiano Il Messaggero.