Centenares de armas son entregadas en iglesias en México - Alfa y Omega

Centenares de armas son entregadas en iglesias en México

El programa de colaboración entre el Gobierno y la Iglesia para que los mexicanos entreguen sus armas al Ejército da sus primeros pasos

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Entrega de una pistola en la parroquia de los Santos Reyes, en Ciudad de México
Entrega de una pistola en la parroquia de los Santos Reyes, en Ciudad de México. Foto: CNS.

Sí al desarme, sí a la paz: este es el nombre del programa de desarme establecido por el Gobierno mexicano con la colaboración de la Iglesia en el país, por el que los ciudadanos han sido invitados a entregar sus armas en iglesias, incluida la basílica de Guadalupe.

Así, los mexicanos entregaron de esta manera, desde el 10 de enero hasta el 10 de febrero, un total de 540 armas cortas y largas, 47 granadas, 28.623 cartuchos y 428 cargadores. Todo ello en lugares como la basílica guadalupana, la catedral de Acapulco y otras iglesias y plazas distribuidas por todo el territorio.

Fue la misma presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, la que dio inicio al programa el 10 de enero en la basílica de Guadalupe. «Las armas son un símbolo de la violencia, es un símbolo de la muerte. No queremos que tenga un arma ninguna familia», dijo en esa ocasión, añadiendo que «después de su entrega, los miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional se encargarán de destruirlas para que, con ello, se evite que las mismas regresen a la calle y así poder continuar con las acciones en contra del crimen organizado».

Como complemento, el programa incluye la posibilidad de entregar un juguete bélico para ser sustituido por otro de otro tipo. «¿Para qué enseñar a nuestros hijos o a nuestras hijas algo que tenga que ver con la violencia?», se preguntó la presidenta mexicana en la inauguración de la iniciativa. Hacer este intercambio «permite que nuestros hijos y nuestras hijas crezcan con un símbolo de la paz y con un símbolo de juego como parte de la construcción de la vida», abundó.

Por su parte, para el rector de la basílica de Guadalupe, Efraín Hernández, «el que los atrios de las iglesias inspiren confianza a las personas para traer sus armas de fuego e intercambiarlas nos llena de satisfacción y esperanza». De este modo, «como Iglesia apoyaremos siempre las iniciativas en pro de los derechos humanos, en donde se promueva el respeto a la vida, la dignidad, la paz duradera, la justicia y los valores».