Católicos en América: es tiempo de artesanos, no de soldados
900 líderes católicos latinoamericanos, con responsabilidades políticas, económicas o sociales, participaron durante un mes en un seminario organizado por la Academia de Líderes Católicos. «Vemos con preocupación un ambiente de polarización ideológica. Nosotros, sin embargo, creemos que no es tiempo de cruzadas, sino de construir una nueva cultura del encuentro», asegura su director general, José Antonio Rosas
La Academia de Líderes Católicos nació hace cinco años en Chile, cuando el analista político José Antonio Rosas se percató de la «notable ausencia» de cristianos en los movimientos sociales de transformación que habían surgido durante la crisis de aquel año en el país. Entonces, «sentamos las bases de la iniciativa con el objetivo de promover la formación de liderazgos desde la identidad católica para transformar socialmente el país», asegura Rosas desde el otro lado del teléfono.
Aquella crisis de 2015 sacó a miles de estudiantes a la calle. Aunque la que ahora nos ocupa a nivel global los ha encerrado en su casa, pero el país y el continente entero siguen necesitando líderes católicos que den un paso al frente ante el panorama desolador que ya se deja sentir en América Latina. En este contexto, desde la Academia se organizó entre el 27 de abril y el 18 de mayo el I Seminario Internacional de Liderazgo Católico, que llevaba por título América Latina frente a la crisis mundial: liderazgo y discernimiento cristiano.
Con un plantel de profesores de primer nivel, entre los que se encontraban el expresidente de Costa Rica y ex secretario general de la OEA Miguel Ángel Rodríguez; el cardenal mexicano Carlos Aguiar; la directora del Consejo Nacional Anticorrupción de Honduras, Gabriela Castellanos Lanza, o el vicepresidente emérito de la Pontificia Comisión para América Latina Guzmán Carriquiry Lecour, los participantes alcanzaron los 900, todos ellos líderes católicos, con responsabilidades políticas, económicas o sociales, provenientes de 22 países principalmente del continente americano, aunque también de Europa y Asia.
Polarización ideológica
Durante el seminario, los participantes reflexionaron sobre la situación actual y los desafíos de América Latina, sobre la Iglesia frente al cambio de época, o desarrollaron propuestas políticas y sociales para la era poscoronavirus. En este sentido, José Antonio Rosas piensa que «los católicos tenemos que estar ante el sufrimiento y el dolor de la gente, que hoy se está multiplicando por la pandemia y que mañana lo hará por la pobreza. Hay que estar ahí para consolar». Pero principalmente, «y esta es una de las conclusiones fundamentales del seminario, necesitamos construir una cultura del encuentro en nuestros países», pide el director general de la academia.
«Vemos con preocupación un ambiente de polarización ideológica en muchas zonas del mundo, exacerbado por grupos extremistas que están promoviendo una cultura del enfrentamiento», confiesa Rosas, al mismo tiempo que señala a países como España, Brasil o Estados Unidos. «Nosotros, sin embargo, creemos que no es tiempo de cruzadas o batallas culturales, sino el tiempo de los artesanos, de ir construyendo una nueva cultura de encuentro. Estamos en miedo de la pandemia y, en vez de dividirnos y enfrentarnos, necesitamos encontrar puntos de encuentro y de unidad para trabajar juntos», concluye.
«No ha sido fácil»
Carlos Pérez Cuevas fue uno de los líderes políticos que se inscribió al seminario. Él fue diputado federal en México —líder de bancada por el Partido Acción Nacional— y actualmente es vicepresidente mundial y presidente para América Latina y México de GOPAC (Organización Mundial de Parlamentarios Contra la Corrupción). En conversación con Alfa y Omega, asegura que «no ha sido fácil compatibilizar mi fe católica con la vida pública» y muchas veces ha sido tachado de «retrógrado».
Su participación en el seminario, sin embargo, se debió al «ejercicio inédito que ha hecho la academia de aunar a todos los que nos dedicamos a la vida pública como católicos en América Latina». Y también por la perspectiva del programa, donde «destacaban análisis muy serios en materia política, económica, social… Nos han dado elementos para el debate, pero sobre todo para poner en práctica en nuestra vida real como políticos. La fe nos ayuda a profundizar en lo que uno cree como católico. En la vida pública los argumentos tienen que estar sustentados por esa fe, pero a la luz de la razón y, en ese sentido, ha sido muy interesante el seminario», concluye.
«La persona debe ser la primera preocupación de quienes han sido llamados a administrar la comunidad civil». Así lo aseguró el cardenal Carlos Osoro ante más de 200 políticos latinoamericanos, entre los que se encontraba el expresidente de Costa Rica Miguel Ángel Rodríguez y también algún dirigente español, a quienes impartió un retiro virtual el 2 de mayo dentro del I Seminario Internacional de Liderazgo Católico. «Es fundamental que cuantos han recibido la confianza de los ciudadanos, la elevada responsabilidad de gobernar las instituciones, sientan como primera exigencia perseguir constantemente el bien común», les dijo el arzobispo de Madrid durante el retiro, en el que reflexionó sobre la pregunta de Jesús al ciego Bartimeo: «¿Qué quieres que haga por ti?».