Cataluña pone trabas para rezar y ayunar frente a los centros abortistas
La Generalitat impide a los provida contacto visual o auditivo con las mujeres que acuden a los centros abortistas. Los voluntarios de 40 Días por la Vida han interpuesto un recurso «y esperamos volver en cuanto podamos», afirman
La Consejería de Interior de la Generalitat de Cataluña está impidiendo concentrarse para rezar ante los centros donde se practican abortos. Concretamente, pone trabas a los provida para ponerse a las puertas de estos lugares y exige que guarden una distancia suficiente para que no exista contacto visual con las mujeres que entran en ellos, al mismo tiempo que demanda que tanto sus pancartas como sus voces no sean audibles para ellas.
La resolución autonómica se ha producido prácticamente en el inicio de la campaña de Cuaresma de la asociación 40 Días por la Vida, que actualmente tiene tres campañas activas en Barcelona, a las que están apuntados más de 700 voluntarios. En un comunicado, 40DPLV asegura que con esta actuación «la Generalitat vulnera varios derechos fundamentales» de los orantes de Barcelona, y afirma haber presentado un recurso contencioso-administrativo por considerar la resolución «no ajustada a derecho». Además, recuerda que en octubre de 2022 ya se ganó un caso similar ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
«Nosotros siempre somos muy respetuosos y nos ajustamos a lo que dice la ley. Nunca ha pasado nada y jamás hemos tenido una denuncia», afirma Rafa Cervera, portavoz de 40DPLV Barcelona. De momento, los voluntarios de la Ciudad Condal se han apartado siguiendo las indicaciones de la Consejería de Interior de la Generalitat, «pero esperamos volver en cuanto podamos», dice Cervera.
El portavoz de 40DPLV Barcelona asegura que «nosotros no acosamos, que es lo que prohíbe explícitamente la reforma del Código Penal de 2022. Otra cosa es que ellos interpreten la palabra “acoso” de manera arbitraria». En este sentido, «a los voluntarios les asiste también el ejercicio de tres derechos: el de reunión, el de libertad de culto y el de libertad de expresión», por lo que augura una resolución «positiva» del caso.
«De todos modos, se trata de rezar y de ayunar por el fin del aborto —concluye—, que se ha demostrado que es la única manera de salvar vidas, cerrar estos centros y que sus profesionales se conviertan».