Cartas a la redacción - Alfa y Omega

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Los ataques a la Iglesia, por el IBI

Continúa la obsesión de los partidos de izquierda por atacar a la Iglesia católica. Parece ser que algunos Ayuntamientos, naturalmente gobernados por la izquierda más feroz, solicitan, para luchar contra la crisis, que la Iglesia deje de estar exenta del pago del IBI. Les digo a estos Ayuntamientos que esta exención no es un privilegio especial de la Iglesia, porque también estas ventajas fiscales se aplican en colegios, comisarías, ministerios, cuarteles, Renfe, partidos políticos, sindicatos… Y qué casualidad que nadie pide que renuncien a esas ventajas fiscales, solamente se lo piden a la Iglesia.

A Cáritas llegan, desde los Ayuntamientos, millares de pobres que ellos no atienden, ni tampoco los partidos políticos. Por eso, no es justo que a la Iglesia católica se le suban los impuestos. Hay residencias, hospitales o colegios administrados por la Iglesia, donde a todos se les atiende con auténtico amor. ¿Los echamos a la calle y que sea el Gobierno quien los administre?

Los partidos y sindicatos, tan dados a falsear sus inquietudes sociales, ¿no van a renunciar a sus privilegios en favor de los más desfavorecidos socialmente?; ¿pagarán ellos el IBI? Tendría yo que verlo para creérmelo.

Alberto Álvarez
Sevilla

Niños en Misa

Hace un año tuve la suerte de ser bendecida por Dios con un precioso niño. Ahora, ya cumplidos los meses, anda, corre, habla (a su método y manera) y se puede decir que no descansa un minuto sentado. Procuro llevarle a misa todos los días, y cuando está más nervioso evito que moleste y no le fuerzo a ir. Pero es un niño. Y no se lo pasa mal en misa, sólo que le gusta investigar todos los rincones de la iglesia, cantar cuando se canta, etc. Esta carta viene a cuento de aquello que un día dijo Jesús: «Dejad que los niños se acerquen a Mí». No podemos impedir el encuentro diario de los chiquitines con Dios. Me ocurre bastante que gente que se cree docta me regaña por no poder tener quieto a mi hijo, gente mayor de 40 años que no quieren que los niños pisen las iglesias porque molestan, dicen, y me remito a Jesús. Así, señores, no se nos llena la Eucaristía ni de niños, ni de jóvenes, ni mucho menos de familias. «Dejad que los niños se acerquen a Mí».

Zaira Alonso Vila
Málaga

La integridad de familias y jubilados, atacada

Un nuevo Real Decreto regula el régimen de la Seguridad Social de los empleados del hogar, sustituyendo a otra regulación especial anterior, más apropiada a las condiciones de trabajo de esta población, principalmente inmigrante. La nueva regulación plantea más problemas que ventajas. Su objetivo, contra lo que pudiera pensarse, no es dar una mayor protección a este grupo de empleados, sino aumentar los maltrechos ingresos de la Seguridad Social acudiendo a un colectivo amplio e indefenso de jubilados y familias. El Real Decreto establece contribuciones que funcionan como nuevos impuestos, que por su esencia y forma son recursos generales de la Seguridad Social, con la desventaja para las familias de que la carga no es trasladable a otro sujeto, como ocurre con las cuotas que pagan las empresas. Así, se somete a familias y jubilados a las mismas obligaciones con la Seguridad Social que a cualquier empresa. Las familias requerirán la ayuda nada desinteresada de expertos en trámites y normativa burocrática. Ha sido una maniobra de carácter político, a la que se enfrentan las familias y los jubilados. Y ahora, ¿quién defiende a las familias?

Santos Gil Carretero
Madrid

Algo se muere en el alma: a Rosa, mi mujer

Como dice la canción, algo se muere en el alma por la pérdida de una amistad, y más todavía por la desaparición de una persona allegada, que ha compartido contigo más de cuatro décadas de su vida, en la alegría y en la tristeza, en la riqueza y en la pobreza, y que deja un vacío difícil de rellenar. Aunque el tiempo llegue a curar esa herida y la memoria se haga cada vez más difuminada y borrosa, ya no queda otra cosa que abrigarte en la oración y en una fe que te reconforta, pensando en el más allá. Descanse en paz mi esposa, Rosa, que, al mismo tiempo, ha sido mi compañera en la enfermedad y en la salud, todos los días de nuestra vida.

Juan Cervero Leiva
Jerez de la Frontera (Cádiz)

¡Ojalá mis padres me hubieran dicho eso!

Soy profesora de Filosofía en Secundaria. Transmito un testimonio de un profesor, cuya identidad omito: P. es un alumno muy listo y trabajador, pero también muy orgulloso. Su profesor de Religión habla con él, a solas, y le reconoce sus cualidades, pero también le muestra este feo defecto, haciéndole ver las graves consecuencias que se seguirían de no corregirlo, la gran satisfacción que sentiría él mismo y los demás al superarlo, y los medios con los que podría lograrlo. El chico reacciona llorando: «Ojalá mis padres me hubieran dicho esto».

María Lourdes Redondo
Internet