Cartas a la redacción - Alfa y Omega

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido.

«Un ángel» de la Virgen de Lourdes

En el año 1970, fui como peregrina a Lourdes con la Hospitalidad de Madrid, en el tren de la esperanza, junto a mi hermana Mari Carmen. Mi hermana padecía una enfermedad progresiva que, con 24 años, la tenía privada de andar, cosa que ella no aceptaba y la tenía metida en un mar de tristeza. Para la familia era duro verla así, con tanta pena. Nelly la conoció en el hospital de Lourdes, y desde entonces la trató con gran cariño a lo largo de muchos años, enviándole cartas, con llamadas de teléfono, invitaciones a Madrid, paseos para llevarla de compras (con los que Mari Carmen disfrutaba mucho) y muchas otras cosas más que no me dijo. Consiguió que mi hermana aceptase su enfermedad y recuperase la alegría; una alegría que la acompañó siempre, a pesar de precisar de una silla de ruedas a lo largo de 40 años. Mari Carmen no se cansaba de decir: «La Virgen de Lourdes no me ha curado, pero me ha regalado un ángel con Nelly». Nicolás, el marido de Nelly, un señor buenísimo, quería mucho a mi hermana, y ella les tenía un cariño muy grande a los dos, y a toda su familia. Nelly dice que ella no ha hecho nada, porque su humildad es tan grande que no lo reconoce, pero la Virgen se valió de ella para hacer el bien; y no sólo ha cumplido el encargo de la santa Virgen, sino que lo ha multiplicado. Es bueno que, ante tantas malas noticias, salgan las buenas. Es hora de que las personas buenas y sus obras salgan a la luz. Es el mejor ejemplo para contagiar alegría.

Eloísa Julia Rodríguez
Ugena (Toledo)

Obrigado (gracias) por Alfa y Omega, desde Portugal

Mais uma vez, mais um ano: Muito obrigado pela vossa constante dedicação e presença semanal, com o envio da vossa grande revista Alfa y Omega. O meu muito obrigado.
A todos desejo um Santo e Feliz ano 2015, vos seja mais caridoso.

O meu muito obrigado.

Manuel Oliveira
Portugal

No hagamos caso del demonio

En el Alfa y Omega del 15 de enero, aparece en la página de Cartas, y con recuadro, una firmada por Fernando Martínez, titulada Conviene tener en cuenta al demonio. Yo, desde mi experiencia de cristiano, entiendo que prestar atención al demonio es muy peligroso. El demonio existe, pero no hay que hacerle caso. Nuestra atención debe estar centrada en Dios, y sólo en Dios. El demonio sólo nos puede proporcionar un miedo a sus acechanzas, que, a la larga, pueden dar lugar a la posesión. Santa Teresa, que llegó a ver demonios, los expulsaba con agua bendita y asiendo con fuerza la cruz. Ésta debe ser nuestra actitud. Olvidar al demonio, no hacerle caso: ¡No entre el demonio en nuestra vida! Pongamos atención a nuestros pecados para corregirlos; pero no nos ocupemos del demonio. Dios se encargará de él. Como dice santa Teresa: «Sólo Dios basta».

Saturnino de la Torre
Madrid

Alfa y Omega, una ayuda en la cárcel

En nombre de Confraternidad Carcelaria, quiero agradecer el artículo del pasado jueves sobre justicia restaurativa y la entrevista a Marcella Reni. En el taller de lectura que hacemos con los presos en la cárcel de Alcalá-Militar los jueves, éste lo hicimos con este artículo y fue maravilloso; tuvieron una atención y participación como nunca. Uno de ellos dijo: ¡Fantástico! ¡He aprendido más en esta media hora para la reinserción, que en todos los cursos y cursitos que me han dado hasta ahora…! Es precioso. Agradezco a Dios por la gran bendición que es Alfa y Omega. Rezo para que nunca les falten recursos de ningún tipo. ¡Que Dios les bendiga!

Carmen Rubio
Madrid

Una parroquia solidaria

La parroquia de San Leandro, en un barrio pobre de Sevilla, es digna de admiración. Su párroco, don Sebastián García Badía, tiene la admiración de todos sus feligreses, y de quienes no lo somos y vamos por allí cuando podemos. La Campaña de Navidad ha sido prodigiosa, y sus fieles están sorprendidos de todo lo que se ha recaudado en dinero y especies; e incluso se preguntan cómo se ha logrado. Mi sorpresa fue que, en la misa del 28 de diciembre, en la misma iglesia, había paneles en los que se especificaban los gastos de esa Campaña, y aparte de socorrer a sus pobres, no faltaba ayuda a otras parroquias más necesitadas. También había una ayuda a un convento, llamado también de San Leandro, en el que las monjas están tan sin nada, que no tienen ni agua caliente. La Junta de Andalucía no se entera de las necesidades de estas monjas y de otros casos por el estilo; y menos ahora que está con la idea de quitarle la catedral de Córdoba a la Iglesia. Pero ahí está esta parroquia para ayudar a los que más lo necesitan.

Charo Zarazaga Luna del Castillo
Sevilla