Carta del cardenal arzobispo sobre la JMJ Madrid 2011
Los preparativos de la Jornada Mundial de la Juventud avanzan a buen ritmo y cada día el trabajo se hace más intenso en todos los campos de la organización de este acontecimiento extraordinario.
Dentro de la preparación, hay dos preocupaciones que quiero compartir con vosotros, porque de ellas depende en buena parte el éxito de la acogida de los jóvenes peregrinos. En primer lugar, el voluntariado. Necesitamos muchos jóvenes y adultos que se ofrezcan como voluntarios para las diversas tareas: acogida, orden, atención a los obispos, distribución de materiales, organización en los diversos actos, etc. Ya son muchos los que se han ofrecido y están a disposición de la organización, pero aún se necesitan más. Os invito, pues, a ofreceros generosamente, de manera que podamos cubrir todas las necesidades.
En segundo lugar, quiero invitar a todas las familias de Madrid para que, en la medida de sus posibilidades, acojan en sus casas a alguno de los jóvenes peregrinos que vendrán a nuestra diócesis desde cualquier parte del mundo. Es una ocasión muy hermosa para practicar la hospitalidad típica de la Iglesia y también de nuestro pueblo. Acoger al peregrino es una tarea que nos enriquece a todos, a los que acogen y a los que son recibidos como si se tratara del mismo Cristo, según decía san Benito, Patrono de Europa, surcada por tantos caminos de peregrinación. Sed generosos y abrid vuestros hogares para compartir vuestra vida con los jóvenes que nunca olvidarán esta experiencia de comunión de bienes.
Ya hemos iniciado esta campaña con sencillos materiales que se ponen a disposición de todos. Ruego a los párrocos y rectores de iglesias que difundan estas iniciativas; y a toda la comunidad diocesana que las tomen como propias, de modo que la Jornada de la Juventud sea un acontecimiento lleno de gracia para todos.