Carlos Umaña: «Las armas atómicas están hechas para matar a civiles» - Alfa y Omega

Carlos Umaña: «Las armas atómicas están hechas para matar a civiles»

El ganador de dos Nobel de la Paz por su lucha contra el armamento nuclear ha participado en el encuentro BeHuman en el Vaticano

Victoria Isabel Cardiel C.
Umaña ha participado en el encuentro BeHuman junto a una treintena de ganadores del Premio Nobel
Umaña ha participado en el encuentro BeHuman junto a una treintena de ganadores del Premio Nobel. Foto: Victoria I. Cardiel.

¿En qué momento estamos en cuanto al riesgo de guerra nuclear?
Estamos en el momento de mayor riesgo de la historia de una guerra nuclear a gran escala. Así lo advierte el grupo de expertos del Boletín de Científicos Atómicos, organización fundada en 1945 tras los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki, en su Reloj del Apocalipsis. Hay un gran avance tecnológico en cuanto a las armas nucleares. Además, la escalada de una guerra con este armamento se hace en minutos y ahora mismo hay muy poca comunicación entre los polos —Estados Unidos y Rusia—, con dos focos bélicos, Ucrania y Oriente Medio, que involucran directamente a las potencias nucleares.

¿Existe más conciencia social del peligro de una guerra atómica?
Lo negativo de la guerra en Ucrania y en Oriente Medio es que nos ha acercado al precipicio. Lo positivo, si podemos verlo así, es que mucha gente se está enterando de que hay un riesgo real. Es un tema que antes no se trataba, que mucha gente desconocía y que ahora, en cambio, está en boca de todos. Estamos como en los años 1980, en plena Guerra Fría, cuando todo el mundo hablaba de la amenaza nuclear.

Bio

Además de médico, el costarricense Carlos Umaña es activista contra las armas nucleares y actualmente copreside la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, ganador del Premio Nobel de la Paz en 1985 y directivo de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares, que ganó el mismo galardón en 2017.

Hay expertos que defienden que la tenencia de armas nucleares es precisamente un argumento para que no haya guerra.
Es un argumento falaz. Estas armas envenenan las relaciones entre los países, porque implican una amenaza. La disuasión nuclear tiene un efecto psicológico, al igual que la paranoia. La estigmatización de la posesión de este armamento es la manera de llegar a la total prohibición. Tiene que imperar un clima de condena moral. Hay que tener claro que las armas atómicas no están hechas para atacar a militares, sino para matar a civiles.

El presidente de Rusia, Vlamidir Putin, ha ordenado a las Fuerzas Armadas realizar maniobras con armas nucleares tácticas. ¿Hay que preocuparse?
Rusia revocó el pasado año la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT), aunque mantiene en vigor la moratoria mientras Estados Unidos no realice pruebas de ese tipo. Putin ha pasado a otro nivel. Está diciéndole al mundo que tiene armas atómicas y que, si no hacen lo que él quiere, las usará. Además, ha demostrado varias veces que no le importa nada el bienestar de los civiles y los ha atacado, como fue el caso de Chechenia o Siria. Es un líder muy volátil e inestable y la decisión de ordenar la detonación es unipersonal, por lo que es muy peligroso.

Tenemos un tratado de no proliferación y otro de prohibición. ¿Cuál es más importante?
Son complementarios y forman parte de la arquitectura legal internacional de no proliferación y desarme nuclear. El tratado de no proliferación fue uno de los grandes hitos del desarme. El primero fue el Tratado de Tlatelolco, surgido como respuesta a la crisis de los misiles en Cuba en los años 1960, que constituyó una zona libre de estas armas en toda.

Hispanoamérica. La diferencia es que finalmente el tratado de prohibición de 2017 contempla una vía directa y clara para llegar al desarme nuclear. Si un país no lo firma, está diciendo que este tipo de arsenales es aceptable. Lo han firmado 93 países y lo han ratificado 70.

La guerra «es un engaño»

El Papa elogió el trabajo de «siembra silenciosa» contra la guerra de los más de 30 premios Nobel de la Paz que se citaron los pasados 10 y 11 de mayo en el marco de la segunda edición del Encuentro Mundial sobre la Fraternidad, organizado por la Fundación Fratelli Tutti del Vaticano. En un mundo cada vez más armado, la activista guatemalteca Rigoberta Menchú, la periodista filipina Maria Ressa, el profesor Muhammad Yunus o el director de la NASA, Bill Nelson, entre otros, firmaron un documento contra la destrucción que dejan las bombas en un mundo que se afana por incrementar su arsenal de armas. Francisco los recibió el pasado sábado y reiteró su llamamiento a la paz al asegurar que «la fraternidad es la base de un mundo nuevo, de nuevas relaciones humanas, de amor sobre la tierra». El Pontífice también dijo que los conflictos bélicos son como «un engaño», al igual que la idea de «una seguridad internacional basada en la disuasión del miedo». De igual manera, dejó claro que la paz política «necesita la paz de los corazones, para que las personas puedan encontrarse con la confianza de que la vida siempre triunfa sobre todas las formas de muerte».

¿Qué país es más peligroso en este momento?
Cualquiera de las potencias nucleares: Rusia, Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido, Pakistán, India, Israel y Corea del Norte.

¿E Irán?
Irán no tiene armas atómicas aún, aunque con este conflicto de Oriente Medio es posible que las llegue a conseguir. Hay cerca de 12.500 armas de este tipo en el mundo y unas 1.800 están en alerta máxima, es decir, están listas para ser detonadas en apenas unos minutos. Quien tiene armas nucleares quiere que el resto sepa cuál es su arsenal. Aunque no tenemos información detallada de dónde las guardan.

¿Qué importancia ha tenido el II Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana BeHuman en el Vaticano?
El Papa está mandando un mensaje de paz al mundo. No es un camino fácil. Pero tiene que ser posible. Lo que no se puede es seguir viviendo con armas nucleares, porque en algún momento, sea a propósito o por error, se acabarán usando.