Carlo Acutis será canonizado en abril y Pier Giorgio Frassati en agosto
El Papa ha anunciado en la audiencia que el influencer de Dios será santo en el Jubileo de los Adolescentes y el joven montañero, en el de los jóvenes
Carlo Acutis, el conocido como «influencer de Dios», será canonizado por el Papa entre el 25 y el 27 de abril. Pier Giorgio Frassati, entre el 28 de julio al 3 de agosto. Así lo ha anunciado el Papa en la audiencia general de este miércoles. «Quiero decir que el año próximo, en la jornada de los niños y adolescentes canonizaré al beato Carlo Acutis y en la jornada de los jóvenes al beato Pier Giorgio Frassati», ha afirmado Francisco. Se refería al Jubileo de los Adolescentes, del 25 al 27 de abril —la próxima Jornada Mundial de los Niños y Adolescentes está programada para septiembre de 2026— y al Jubileo de los Jóvenes, que tal como anunció él mismo en la clausura de la JMJ de Lisboa (2023) será el gran evento juvenil católico de 2025.
El Pontífice ha querido hacer este anuncio en el Día Internacional de los Derechos de la Infancia, que se celebra cada año el 20 de noviembre. Este año se cumplen además 35 años de la firma de la Convención sobre los Derechos del Niño, origen de esta conmemoración anual. En este sentido, el Papa ha anunciado asimismo que el 3 de febrero «se desarrollará aquí en el Vaticano el encuentro mundial de derechos de los niños, con el título Amémoslos y protejámoslos».
Según informa Vatican News, al frente del mismo están los organizadores de la primera Jornada Mundial de los Niños y Adolescentes, que se celebró en mayo, Enzo Fortunato y Aldo Cagnoli. El evento pretende buscar «nuevas formas de ayudar a millones de niños que aún carecen de derechos, que viven en condiciones precarias, son explotados y abusados».
Santo en deportivas
Francisco reconoció el pasado 23 de mayo el segundo milagro que llevará a los altares al joven de los vaqueros y las deportivas, convirtiéndolo en el primer santo milenial. En concreto, se le atribuye la extraordinaria curación de Valeria Valverde, una joven costarricense de 21 años que en julio de 2022 sufrió un accidente de bicicleta que le provocó un traumatismo craneoencefálico muy grave del que se recuperó tras estar en coma.
El proceso de canonización ha sido mucho más corto de lo habitual: tan solo cuatro años. Acutis falleció por una leucemia en 2006, con tan solo 15 años. Durante su corta vida, trató de acercar a Jesús, sobre todo, a las nuevas generaciones. Para ello este ciberapóstol diseñaba páginas web; una de ellas, dedicada a documentar milagros eucarísticos.
Pier Giorgio Frassati vivió prácticamente un siglo antes que Acutis, pero tienen muchas cosas en común como su intensa vida de fe y su preocupación por los necesitados. Pier Giorgio nació en Turín en 1901. Perteneció a Acción Católica y, a los 19 años, se unió a las Conferencias de San Vicente de Paúl para ayudar a los más vulnerables. A los 21 se convirtió en dominico terciario. Murió en 1925, cuatro días después de haber notado los primeros síntomas de una poliomielitis. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1990.
A finales de abril de este año, el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos, anunció durante la XVIII Asamblea de la Acción Católica Italiana que la canonización de Frassati se iba a producir a lo largo del año jubilar. En junio, el Papa Francisco dijo a un grupo de jóvenes que «pronto será santo».
Los carismas de los laicos
Además, durante la catequesis de la audiencia, dentro de la serie dedicada al Espíritu Santo, Francisco ha puesto en valor el legado del Concilio Vaticano II al afirmar que la función de los pastores no consiste solo en apacentar a los fieles, sino también en reconocer sus servicios y carismas. El Santo Padre ha reflexionado sobre la acción carismática del Espíritu Santo y ha manifestado que la promoción del laicado y de las mujeres no tiene base solo en «un hecho institucional y sociológico», sino que hay que interpretarlo desde su «dimensión bíblica y espiritual».
«Los laicos no son una especie de colaboradores externos o tropas auxiliares del clero, sino que tienen sus propios carismas y dones con los que contribuir a la misión de la Iglesia», ha señalado Francisco. Estas últimas tres semanas, el Santo Padre había dedicado la catequesis a la obra santificadora del Espíritu Santo, que se realiza en los sacramentos, en la oración y en las virtudes que ha donado a cada uno. Este miércoles ha iniciado con algunas reflexiones sobre la acción carismática.
Francisco ha dejado claro que el carisma no está destinado «a la santificación del individuo, sino al servicio de la comunidad». Es un don concedido «a uno», o «a algunos» en particular, pero no a todos del mismo modo, lo que distingue de la «gracia santificante, de las virtudes teologales y de los sacramentos, que en cambio son iguales y comunes a todos». De este modo, ha reconocido que los carismas son las «joyas» que el Espíritu Santo distribuye para embellecer a la Esposa de Cristo. Citando la homilía de la Misa Crismal del Jueves Santo de 2012 pronunciada por Benedicto XVI, el Papa ha afirmado que en la época post-conciliar, se puede reconocer «la dinámica de la verdadera renovación, que frecuentemente ha adquirido formas inesperadas en momentos llenos de vida y que hace casi tangible la inagotable vivacidad de la Iglesia, la presencia y la acción eficaz del Espíritu Santo».
Francisco también ha prevenido frente a interpretaciones que identifican a los carismas como «dones y capacidades espectaculares y extraordinarios». Se trata, en cambio, «de dones ordinarios que adquieren un valor extraordinario cuando son inspirados por el Espíritu Santo y encarnados en las situaciones de la vida con amor». Las palabras del Papa querían consolar a los cristianos, que, al oír hablar de carismas, «experimentan tristeza y desilusión, ya que están convencidos de no poseer ninguno y se sienten excluidos o cristianos de segunda clase».
Finalmente, ha manifestado que la caridad «multiplica los carismas, hace que el carisma de uno sea el carisma de todos».