Cáritas Madrid redobla esfuerzos para que nadie se quede sin cobijo
«Sabíamos que venía una gran borrasca y que iba a nevar mucho, pero no nos hacíamos idea de esta gran nevada». Susana Hernández, responsable de Obras Sociales Diocesanas de Cáritas Diocesana de Madrid, reconoce que tampoco se podía adelantar la conjunción de tanta nieve acumulada con temperaturas tan bajas. Por eso, en el centro CEDIA 24 horas de atención a personas sin hogar han redoblado esfuerzos para que nadie se quede sin techo estos días.
En la entidad, Filomena ha sorprendido cuando estaban preparando el traslado al recién reformado CEDIA. Las dos plantas dedicadas a centro de noche para hombres están reabiertas desde hace un mes, y este lunes empezaba la mudanza a las otras dos plantas del centro de día. En total, CEDIA tiene 65 plazas; 20 de ellas son para mujeres, que pernoctan en unas instalaciones aparte pero que acuden al centro durante el día para las actividades comunes. En este tiempo de obras, las instalaciones de la parroquia Resurrección del Señor ha hecho las veces de centro de día.
De manera excepcional a causa de la tormenta de nieve, el CEDIA mujer se ha mantenido abierto durante todo el día «precisamente para evitar los desplazamientos de las usuarias, con la nieve y los riesgos de caídas». Para ello, «parte del equipo se ha trasladado allí». A su vez, las llamadas solicitando alojamiento se han incrementado y «aunque no tuviéramos plaza, les dijimos que se pasaran y veíamos dónde podíamos ubicarlos, lo que pasa que alguna gente no pudo llegar» por las condiciones tan adversas.
Reinventarse para adaptarse a las circunstancias
Hernández indica que lo más complicado de estos días es el tema de la alimentación. Ante la imposibilidad de que les llegara a la parroquia la comida y la cena que les sirve habitualmente Carifood en el centro de día, el sábado compraron, en supermercados de la zona que «menos mal» que estaban abiertos, «tortillas, empanadas, pan y sopa instantánea y apañamos un poco así las comidas». La previsión es que este martes, Carifood pueda volver a suministrarles los alimentos; «si no, seguiremos con el mismo método, comprando también comida enlatada que se pueda calentar al baño María». Reinventándose, en definitiva.
Otro serio inconveniente para los usuarios de CEDIA –«encima de la pandemia, ahora esto», se dicen– es que esta semana se les paraliza de nuevo la posibilidad de realizar papeles, trámites y gestiones administrativas. «Esperemos que de aquí al próximo lunes ya no haya nieve», lo que facilitará la movilidad.
Atendidos de otras entidades
Al formar parte de FACIAM, Cáritas Diocesana de Madrid trabaja en red con otras entidades que atienden a personas sin hogar. «Algunos centros no estaban abriendo durante el día», explica la responsable de Cáritas, de modo que se ha ofrecido acogida para personas «que puedan pasar el día con nosotros». También es estrecha la colaboración con el Ayuntamiento, «que han abierto plazas», de modo que «en principio, parece que todo el mundo con una necesidad de cobijo podría estar a cubierto».
Sí es cierto que las condiciones han impedido que SAMUR Social acceda a todos los puntos de la ciudad «como habitualmente hace» y, por tanto, «no sabemos si estamos llegando al 100 % de las personas que estaban durmiendo en la calle». «Pero al menos –añade Hernández– todos los centros de la red estamos dispuestos a que cualquiera que pase se le busque un espacio, aunque sea en una silla».