Cáritas denuncia que «las empleadas del hogar siguen siendo invisibles» - Alfa y Omega

Cáritas denuncia que «las empleadas del hogar siguen siendo invisibles»

«La entrada en vigor del Real Decreto Ley 16/2022 no ha mejorado la situación laboral de estas mujeres», denuncia

Rodrigo Moreno Quicios
Más del 93 % de los trabajadores del hogar son mujeres y la mayoría de origen migrante
Más del 93 % de los trabajadores del hogar son mujeres y la mayoría de origen migrante. Foto: Cáritas.

Cáritas Diocesana de Canarias ha denunciado que, pese a los avances legislativos, los derechos de las empleadas del hogar «continúan vulnerados». Así lo ha expresado la organización en un comunicado tras un acto de apoyo al colectivo celebrado en Las Palmas de Gran Canaria.

«La entrada en vigor del Real Decreto Ley 16/2022 no ha mejorado la situación laboral de estas mujeres», señala Cáritas. La organización, que cuenta con un Servicio de Orientación e Intermediación Laboral específico para el empleo doméstico, destaca que la regulación no se ha traducido en un aumento de contrataciones, y que muchas trabajadoras siguen expuestas a condiciones precarias.

El colectivo tiene rostro de mujer. Un 93 % de las trabajadoras del hogar son mujeres, muchas de ellas extranjeras en situación administrativa irregular, lo que las deja fuera de las estadísticas oficiales y sin acceso a derechos laborales básicos. «Estas mujeres trabajadoras siguen siendo invisibles», insiste Cáritas.

La organización reclama medidas urgentes para mejorar las condiciones laborales en el régimen interno: limitación efectiva de la jornada laboral, más horas de descanso, reconocimiento salarial y una clasificación profesional que distinga entre tareas domésticas y labores de cuidado.

También exigen responsabilidad a las personas empleadoras: firma de contratos, alta en la Seguridad Social por las horas reales trabajadas, vacaciones y permisos retribuidos. Piden a la Administración medidas de apoyo a las familias contratantes similares a las que reciben las empresas, así como mayor vigilancia para garantizar el cumplimiento de la normativa.

«Es necesario reconocer socialmente esta profesión», concluye Cáritas, que recuerda el valor económico y social del trabajo doméstico y de cuidados, esencial para el sostenimiento de la vida y el funcionamiento del mercado laboral.