Cáritas cuenta ya con 49 empresas de economía social en España
A los 50 años, José Manuel García llevaba ya casi 15 en paro. Había agotado todas las prestaciones. Se separó de su mujer y terminó durmiendo en el coche, duchándose en un local de las Hermanitas de la Caridad y comiendo en un comedor social. Así pasó cinco meses, hasta que gracias a Cáritas Sevilla consiguió una nueva oportunidad. «Ahora tengo un trabajo digno» con el que mantener a sus dos hijos, dice. En Bio-Alverde, empresa que cuenta en la actualidad con seis trabajadores, no solo recibe un sueldo, sino también formación, porque «las cosas han cambiado mucho» desde la última vez que trabajó, y aquí «te enseñan lo que necesitan ahora las empresas».
José Manuel García ha puesto cara al informe Economía y Personas. Cambiando el foco cambiamos los resultados, en el que Cáritas Española se centra especialmente en las 49 entidades de economía social (doce más de las que existían en 2013) impulsadas por las Cáritas diocesanas en sectores que van desde la agricultura ecológica a las finanzas éticas. Junto a él participó en la presentación José Repiso, gerente de SOLEMCOR, una empresa de Cáritas Córdoba que, de la actividad del reciclaje de papel, se ha expandido a la hostelería y ahora también al diseño de bañadores de caballero. «La innovación es constante», dijo Repiso, quien destacó que estas empresas compiten en el mercado y están obligadas a ser rentables. «Si tengo que suspender tres días a un trabajador de empleo y sueldo lo hago», añade, a modo de ejemplo. Lo que no cabe, en cambio, son atajos relativamente frecuentes en la competencia, como cubrir la baja de un cocinero con otra persona sin asegurar.
En 2016 estas entidades obtuvieron una facturación en su conjunto de 37 millones de euros. Paco Cristóbal, director de Desarrollo Social de Cáritas Española, destacó que el objetivo es permitir a sus empleados salir de la exclusión, reciclarse y adquirir experiencia para poder encontrar otros trabajos en el mercado laboral. Y de paso, «demostrar a la sociedad que otro modelo de economía es posible». Cristóbal echa en falta, sin embargo, más apoyo por parte de las administraciones por vías como la «cláusula social» en los concursos públicos, que a juicio de Cáritas deberían favorecer a este tipo de entidades que no buscan el lucro sino que cumplen una importante función social.
Estas 49 entidades son solo una parte de los programas de empleo de Cáritas, por las que pasaron en 2016 en España 72.040 personas. De ellas, 16.597 consiguieron un empleo, un 23 % del total, dato un 11 % mejor al de 2015. La inversión en acciones de inserción laboral fue de 27 millones de euros.
Son cifras que presentó Cáritas a unos días del primero de mayo, Día del Trabajo. Varios obispos dedicaron sus cartas a este tema, entre ellos el cardenal Osoro, quien resaltó que «el trabajador no es un simple recurso humano» y que «resultan intolerables los niveles de desempleo» en España, «especialmente elevados entre nuestros jóvenes». Pero «la Iglesia –matizó– apuesta no por cualquier trabajo, sino por un trabajo libre, creativo, participativo, solidario y justamente remunerado».