Cardenal Osoro en la Paloma: «Esta historia se arregla cuando estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos»
En una Misa solemne, celebrada con todas las cautelas y aforo limitado en la parroquia de San Pedro el Real y Virgen de la Paloma –donde se custodia el cuadro encontrado por Isabel Tintero–, el cardenal Osoro ha incidido en que «a pesar de esta pandemia que nos está azotando» al mundo entero, la Paloma es «una fiesta de esperanza y de alegría»
Aunque las restricciones sanitarias por la pandemia del COVID-19 han obligado a suspender la verbena y la tradicional procesión, la ciudad de Madrid ha no ha querido dejar de honrar a la popular Virgen de la Paloma este sábado, 15 de agosto, en la fiesta de la Asunción.
En una Misa solemne, celebrada con todas las cautelas y aforo limitado en la parroquia de San Pedro el Real y Virgen de la Paloma —donde se custodia el cuadro encontrado por Isabel Tintero—, el arzobispo de Madrid ha incidido en que «a pesar de esta pandemia que nos está azotando» al mundo entero, es «una fiesta de esperanza y de alegría».
Deteniéndose en la imagen de la Soledad, el cardenal Carlos Osoro ha subrayado que «con María, Dios quiso tener una mirada de amor a los hombres». Tal y como ha recordado, el Señor le pidió «que prestase la vida» para darle «rostro» y Ella «lo hizo por amor a esta humanidad». «Era una propuesta de Dios, que es la misma propuesta que nos está haciendo a ti y a mí», ha aseverado, invitando a entregarse a los demás, especialmente ahora que todos «estamos esperando la vacuna» contra el coronavirus.
«Dios no abandona al hombre»
El purpurado ha explicado también que «con María, comienza a hacerse una lectura nueva de la historia que a veces olvidamos»: «Cristo ha venido a dar vida a los hombres y María lo experimentó». Los creyentes, ha detallado, sabemos que «Cristo ha resucitado», «creemos en la Resurrección, creemos en la Vida, creemos que Dios no abandona al hombre».
«Esta historia no se arregla desde egoísmos personales, esta historia se arregla cuando estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos, incluso la vida, por los demás», ha abundado.
Asistencia del alcalde y la presidenta regional
En este sentido, el arzobispo ha vuelto de nuevo la vista al cuadro de la Virgen de la Paloma y ha destacado que «con María se nos propone un compromiso»: hay que «proclamar la grandeza de Dios» y así «se proclama la grandeza del hombre», haciendo verdad que «somos hijos y, por ello, hermanos». Con «alegría» y «humildad», ha añadido, hay que «mostrar la misericordia de Dios», que es «la viga que sostiene la vida de la Iglesia» como dice el Papa Francisco.
En la Eucaristía, concelebrada por el vicario general, Avelino Revilla; el vicario de zona, Alfonso Lozano, y el párroco, Gabriel Benedicto, entre otros sacerdotes, han estado presentes el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, así como representantes de los Bomberos, de las entidades castizas y de los trasplantados.