Campamentos de Cáritas: «Si no estamos, nadie está» - Alfa y Omega

Campamentos de Cáritas: «Si no estamos, nadie está»

Los niños que acuden a los centros de Cáritas disfrutan ya de las colonias y campamentos de verano, una ocasión única para poder vivir lo mismo que otros menores de su edad

Begoña Aragoneses
De camino al taller de robótica en el primer día de colonias en Villaverde. Foto: Begoña Aragoneses.

Es el primer día de las colonias urbanas de Cáritas Diocesana de Madrid y los niños están nerviosos. No les frena el calor, que ya es sofocante al punto de la mañana, ni tampoco la caminata, desde la parroquia San Mateo (en la zona sur de Madrid) hasta el centro de innovación La Nave, donde participarán en un taller de robótica. Equipados con sus mochilas, gorras y ropa cómoda, el grupo forma parte de una de las 19 colonias que la entidad organiza en diferentes puntos de la región. Son niños en riesgo de exclusión que durante el curso han estado yendo a los centros de menores que Cáritas gestiona gracias a la colaboración del Programa CaixaProinfancia de la Fundación “la Caixa”. Con ellos se hace una labor de ocio, además de apoyo al estudio que, como cuenta Enrique Golmayo, el coordinador de las colonias, es más bien una excusa —hay quienes, de hecho, tienen muy buenas notas— para «sacarles de sus realidades y darles herramientas para funcionar no solo en el tema académico». Preocupan, y mucho, las bandas, que captan a menores de poco más de 10 años y las drogas, problemáticas más palpables en Orcasitas; también el nivel de pobreza en Villaverde o el poco tiempo que en muchos casos pueden dedicar los padres trabajadores a sus hijos de Usera. Y no solo es, continúa Golmayo, ponerles a resguardo de esto; también, en ocasiones, de las familias, complicadas por temas de enfermedad, violencia, alcoholismo… Los proyectos, «entrando por los niños, abarcan a toda la familia». Pero hay que entrar bien, y a estos pequeños lo que les desarma es el cariño y no tanto la autoridad. Este cariño es el que demuestra Sara, una de las monitoras de las colonias, que a sus 19 años lleva ya tres de voluntaria en Cáritas y que lo hace porque «veo que los niños lo necesitan». Acaba de terminar su segundo curso de Integración Social y podría estar disfrutando de las vacaciones, pero si no es ella, quién: «Si no estamos aquí, nadie está». De la mano de Sara va Ángela, que a sus 6 años es de las pequeñas del grupo —las edades están comprendidas entre los 6 y los 14 años— y está muy contenta de vivir en España porque, cuenta con desparpajo, es que ella ha venido de Venezuela. Darío va por detrás, un poco contrariado porque nada más comenzar la jornada, en la parroquia, se ha hecho un raspón en la pierna. Es su primer campamento. Nada que ver con Sara (8) y Sohail (7), que repiten colonias y están como locos de pensar que podrían volver a hacer una de las salidas del verano pasado. «Fuimos a unos toboganes y luego había que ponerse los bañadores, había unos agujeros en el suelo de los que salía agua». Las fuentes de Madrid Río, traduce el coordinador. «Intentamos salir del barrio —apunta—, que vean que hay más cosas fuera y que ellos pueden hacerlas». Porque a veces los propios niños no se creen merecedores de tal disfrute. b

Datos

1.100 niños participan este año de las colonias y campamentos de Cáritas

13 % más de menores apuntados con respecto al verano de 2022

26 propuestas en total: 19 colonias urbanas y siete campamentos fuera de la capital