«Cada vez hay más arrepentidos del aborto y la muerte» - Alfa y Omega

«Cada vez hay más arrepentidos del aborto y la muerte»

La Federación Española de Asociaciones Provida organiza su congreso nacional «para que la gente pueda comprender el alcance de tanto disparate legislativo»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Concentración provida frente al Congreso tras la aprobación de la ley del aborto. Foto: Europa Press / Alberto Ortega.

«Hay muchos arrepentidos y desengañados que están abriendo los ojos después de comprobar el efecto de tantas leyes contrarias a la vida», afirma Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, que organiza el viernes y sábado en la sede de la Universidad CEU San Pablo en Madrid su congreso nacional.

La cita llega en un contexto en el que «las agresiones son cada vez mayores para la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, como estamos viendo con el desamparo de las personas con discapacidad o con la falta de una legislación adecuada de cuidados paliativos».

Sin embargo, desde el Gobierno de Pedro Sánchez se están presentando las leyes del aborto o de la eutanasia «como si fuesen un mecanismo de ayuda y compasión, criminalizando al mismo tiempo a quienes quieren ayudar de verdad a las personas que sufren».

En este contexto, las asociaciones provida «queremos devolver esperanza y curar heridas y también llegar al corazón y a la mente de la gente para que puedan comprender el alcance de tanto disparate», afirma. Además, lejos de causar desánimo entre las asociaciones, lo que está ocurriendo en España «nos está sirviendo de acicate». «Se nos está uniendo cada vez más gente», agrega.

Acerca del perfil de estas nuevas incorporaciones, Latorre destaca a «muchos jóvenes que han nacido en una sociedad abortista y que se han dado cuenta de que faltan muchas personas entre los de su generación e incluso en sus propias familias», afirma en relación con el aborto.

Latorre apunta también a «tanta gente con heridas, mujeres y también hombres, que son víctimas del aborto o que han participado en un aborto en el pasado; jóvenes que son testigos de las depresiones y de los suicidios de sus amigas, familias que ven de cerca el sufrimiento de sus hijas». Todo esto es, en su opinión, «la punta del iceberg de lo que hay que sanar en esta sociedad».

A la causa provida también llegan «padres que ven con perplejidad cómo intentan imponer a sus hijos unas ideologías contrarias no solamente a sus convicciones, sino también a la ciencia y al sentido común», en referencia a normas como la ley trans, de reciente aprobación en el Congreso.

Y junto a ellos, «muchos abogados, médicos y personal sanitario que ven en estas nuevas normas una intromisión en su labor, un elemento que pretende prostituir su profesión y que los señala si se ponen en contra», denuncia.