Breaking the Silence: «La operación de Israel en Gaza no cambiará nada»
Esta organización israelí, que recoge testimonios de sus soldados, denuncia que Israel ha apostado en esta última operación por el uso desproporcionado de la fuerza en Gaza, según la estrategia militar conocida como Doctrina Dahiya
Arrecian algunas las voces críticas dentro de Israel contra la recién finiquitada operación militar en Gaza. Un movimiento que vienen liderando desde hace tiempo organizaciones como Breaking the Silence, que recopila testimonios de soldados israelíes que sirven en estas acciones, o Gisha, que defiende la libertad de movimiento de los palestinos, especialmente de los gazatíes.
Avner Gvaryahu y Tania Hary son directores ejecutivos en una y otra entidad respectivamente y coinciden en que, aunque sigue siendo minoritiaria, hay una tendencia social que cuestiona las acciones del Gobierno de Israel en los territorios palestinos. Así lo han constatado en un encuentro virtual este jueves por la tarde, poco antes de que se declarase el alto el fuego en la zona.
El encuentro, de hecho, abordó el modus operandi de Israel en esta nueva operación que, según Gvaryahu, siguió la Doctrina Dahiya, una estrategia militar que se basa en la destrucción de infraestructuras civiles que pueden ser usadas por los terroristas de Hamás y en el uso desproporcionado de la fuerza. «Se atacan edificios enteros, incluso si allí viven otras familias», dijo. Además, añadió, este tipo de ataques provocan que la recuperación del contrario sea más lenta, pues le siguen periodos importantes de reconstrucción.
En este sentido, el director ejecutivo de Breaking the Silence explicó que para llevar a cabo estas operaciones se el Ejército israelí se vale de la artillería y de la fuerza aérea. Según dijo, la artillería es lo contrario a una operación militar quirúrgica y, por tanto, «para alcanzar un objetivo se tiene que ver afectado el entorno alrededor». Esto provoca numerosos efectos colaterales.
En relación con el uso de la fuerza aérea, constató que en ocasiones se puede considerar que una instalación es objetivo, pero sobre el terreno es otra cosa. De hecho, Gvaryahu ha contado cómo en los últimos días circula el vídeo de un militar israelí abortando un ataque al darse cuenta de que había civiles y niños. «No hay muertes intencionadas», aunque advirtió que hay zonas oscuras entre esto y los ataques a objetivos bien definidos por el que se cuelan muchas muertes de inocentes. De hecho, narró el testimonio de un militar que asegura que los objetivos «no están claros» y que habría que validarlos «lo máximo posible».
Responsabilidad de defender a sus ciudadanos y cumplir el derecho internacional
En su opinión, Israel tiene el derecho y la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos, pero también tiene un compromiso con el derecho internacional. «No hay una solución militar al conflicto en Gaza. Y esta operación no cambiará nada», concluyó.
Por su parte, Tania Hary puso de manifiesto que la operación de este año en Gaza fue «diferente» a las precedentes. Destacó que fueron «mucho más enérgicas, especialmente durante la noche» y que generaron «un intenso sentimiento de miedo». «Estos diez días han sido más fuertes que los 51 de la última gran operación (2014)», dijo.