Bosnia: migrantes en tiendas de campaña sin calefacción a -8º C
900 personas malviven en los restos del centro de tránsito de Lipa sin electricidad, agua ni calefacción, en una zona montañosa, mientras un centro perfectamente habilitado sigue vacío por la oposición de las autoridades y la población locales
En lo que queda del campo de refugiados de Lipa, en Bosnia y Herzegovina, la madera se ha convertido en un bien de primera necesidad. En la página web de Cáritas Ambrosiana (de la archidiócesis de Milán), una de las categorías para las que se puede hacer un donativo es para hacer llegar un palet de este combustible. Puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para alguno de los 900 migrantes que malviven entre las tiendas que no ardieron en el incendio del 23 de diciembre.
No tienen electricidad, agua corriente ni otra forma de calentarse en un lugar montañoso y «cubierto por la nieve», explica a Alfa y Omega Dijana Muzicka, responsable de la atención a migrantes en Cáritas Bosnia que estos días está visitando la región. Esta semana se esperan temperaturas mínimas de hasta -8º C y más nevadas.
De los 3.000 migrantes que ahora mismo no tienen acceso a centros de tránsito en el país, Muzicka explica que hasta la mitad podría estar durmiendo en tiendas de campaña en los bosques. Son mayoritariamente hombres, pero entre ellos también se han detectado algunos casos de mujeres y niños, a los que diversas organizaciones han evacuado a otros lugares más adecuados. Mientras el centro de Bira, en perfectas condiciones y con presencia de Cáritas Bosnia y otras ONG, está sin usar por la oposición del Gobierno local y las manifestaciones organizadas por los vecinos, que desde hace tres meses no dejan acceder a él.
«Se viene otro desastre» en Lesbos
También en la isla de Lesbos, en Grecia, la situación podría volverse dramática para los migrantes y solicitantes de asilo. Este fin de semana, las lluvias de esta época del año unidas a la falta de alcantarillado adecuado han inundado el campo de Kara Tepe (que sustituyó a Moria), tal como denuncian sus propios habitantes a través de su asociación Stand With Me Lesbos y Moria Media Team.
Aunque reconocen que los voluntarios de algunas ONG «han estado trabajando duro», los afectados insisten en que «unas bolsas de tierra y algunos arroyos no son un sistema de alcantarillado». Y lo peor podría estar por llegar, avisan a través de Twitter. Aunque las temperaturas ahora son benignas, «pronto hará mucho frío», en torno a 5º C para el fin de semana y más lluvia, en un campo que ya está totalmente anegado.
En las próximas semanas, incluso podría nevar. «Estaremos condenados, es como una sentencia de muerte». Tampoco allí hay sistemas de calefacción en las tiendas, y los migrantes temen que, como ha ocurrido en inviernos pasados, algunas personas mueran de frío. «Se viene otro desastre y hace falta una actuación rápida».