La Iglesia canaria aboga por «una acogida más digna» al migrante

La ruta canaria se ha convertido en la principal entrada de migración en España en 2023. Los datos del Ministerio del Interior reflejan que las llegadas han aumentado un 111,2 % con respecto al año anterior. En total, han arribado al archipiélago más de 32.000 personas. Solo en la última semana, más de 1.500. Y estos son los afortunados porque, como en cada ruta migratoria, hay decenas de personas que no lo logran y perecen en el intento.

Como en cada emergencia migratoria, la Iglesia está en primera línea de acogida. En este caso, la Iglesia en Canarias que, desde la Delegación de Migraciones de Tenerife, el Secretariado de Migraciones de Canarias y las Cáritas de ambas provincias, ha expresado su preocupación por la situación. Mediante un comunicado conjunto, todas estas instancias «llaman a las comunidades cristianas a promover la cultura de hospitalidad y expresar su disposición a colaborar en la búsqueda de soluciones». Para ello, la Iglesia hace una serie de propuestas para responder a esta situación y «contribuir a una acogida más digna y al fortalecimiento del sistema de atención a las personas migrantes que llegan a las Islas».

Atención psicológica para los rescatadores

Una de estas orientaciones se hace eco de la petición de los profesionales de Salvamento Marítimo y solicita que se aumente el número de efectivos disponibles para realizar las operaciones de rescate. Porque estos socorristas «son auténticos ángeles custodios en nuestros mares», tal y como los definen los obispos. Por eso, el texto recuerda que de su bienestar dependen miles de vidas y ese bienestar pasa por una adecuada atención psicológica. «La exposición continua a realidades tan duras produce un impacto importante en las condiciones emocionales de los profesionales, que deben ser acompañados. Es necesario poner a su disposición todas las herramientas existentes para una adecuada gestión de su salud psicológica», dice el comunicado.

Piden además unos espacios dignos para que puedan atender a los migrantes y para que ellos puedan refugiarse a su llegada, sobre todo porque muchos son niños. Es necesario habilitar estructuras permanentes, aseguran estas organizaciones que insisten en que «la dignidad de las personas debe primar sobre cualquier otra consideración y la improvisación de espacios no es una solución adecuada».

Atención a mujeres víctimas de trata

Según el escrito, mujeres vulnerables y menores tienen que estar en el centro. En cuanto a las mujeres, la Iglesia pide para ellas que haya equipos expertos capaces de detectar la existencia de mujeres víctimas de trata.

Para y por los niños, se solicita profesionales especializados en infancia, expertos a pie de muelle que puedan hacer una primera valoración, así como más personal humanitario. También que haya una comunicación inmediata a las fiscalías cuando se detecten casos de menores no acompañados en dispositivos previstos para los mayores. «Una estrategia de desinstitucionalización que evite la permanencia de niños y niñas en centros de protección con elevada ocupación», indican. Para ello es fundamental que se agilicen los procesos de acogida para que estos pequeños disfruten de un hogar.

«Las Cáritas diocesanas acogen a adultos que han pasado por centros de menores y que, una vez llegan la mayoría de edad, son incorporados a la sociedad con escasa o ninguna preparación y sin seguimiento alguno, por lo que se ven lanzados a la calle y a la marginalidad», señalan. Por eso, piden que se impliquen activamente todas las instancias que puedan contribuir a su integración partiendo, sin ir más lejos, de «reforzar en los centros de menores las habilidades lingüísticas para el aprendizaje del castellano y formativas para la incorporación al mundo del trabajo».

Corredores humanitarios

Por último, recuerdan que se debe garantizar el respeto de los derechos humanos de los migrantes y abogan por corredores humanitarios seguros desde países en conflicto. Se puede lograr «aumentando el personal de las embajadas y consulados para la agilización de los visados de entrada en España y facilitar las solicitudes de asilo en las oficinas consulares».

«Las delegaciones y secretariados de Pastoral con Migrantes, así como las Cáritas diocesanas de Canarias, estamos convencidos de que todos juntos, remando en la misma dirección, podemos contribuir a una acogida más digna y al fortalecimiento del sistema de atención a las personas migrantes que llegan a las islas Canarias», concluye el llamamiento.