¿Black Friday o Adviento? - Alfa y Omega

¿Black Friday o Adviento?

Inmersos en la vorágine de las compras, muchos no encuentran el momento para detenerse y prepararse para la venida del Señor

Alfa y Omega

El cuarto jueves de noviembre, las familias estadounidenses se reúnen para celebrar el Día de Acción de Gracias. Al día siguiente, desde hace varias décadas, se inaugura la temporada de compras navideñas con descuentos en muchos establecimientos. Es el conocido como Black Friday o viernes negro, introducido en España por una cadena de electrónica hace menos de diez años y ahora ampliamente extendido. Primero se sumaron las tiendas online y las grandes superficies y, estos días, hasta los negocios más pequeños cuelgan carteles con ofertas.

Es normal que los comerciantes –que han visto reducido el consumo primero por el confinamiento y después por las malas expectativas micro y macroeconómicas– tiren de ingenio para aumentar las ventas y no verse obligados a bajar la persiana. Pero las personas de a pie, antes de hacer ninguna compra, deberían plantearse si es o no necesaria y así evitar verse absorbidas por la espiral consumista. Como alerta Francisco en Fratelli tutti y volvió a decir en su videomensaje para el encuentro Economía de Francisco, «pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación egoísta».

Asimismo, el Black Friday constituye otra muestra de la «colonización cultural» a la que alude el Papa en su última encíclica. Lo malo es que, conforme nuevas tradiciones como esta ganan peso, se relegan otras que forjaron nuestra identidad colectiva. Es el caso del Adviento, que arranca este domingo. Cegados por las luces de las calles, inmersos en la vorágine de las compras, muchos no encuentran el momento para detenerse y prepararse para la verdadera Navidad: para la venida del Señor. «Velar no significa tener los ojos materialmente abiertos –dijo el Papa hace un año–, sino tener el corazón libre y orientado en la dirección correcta, es decir, dispuesto a donar y a servir». ¿Lo tenemos?