Beatificada una mártir de Sendero Luminoso
Este sábado, 7 de mayo, será beatificada en La Florida (Perú) la misionera peruana María Agustina Rivas López, llamada popularmente Aguchita, religiosa de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, asesinada por odio a la fe el 27 de septiembre de 1990 por el grupo terrorista Sendero Luminoso. Apenas un mes antes de morir, la religiosa escribía a su superiora: «Mala noticia: los compañeros [así llamaba a los terroristas] han entrado por segunda vez en la zona de La Florida. Durante esta última visita han dejado dos muertos. Nos encomendamos a sus oraciones. Estamos en las manos de Dios».
Aquellos habitantes de la selva peruana a los que entregó su vida recuerdan que, en la tarde de aquel día, Aguchita estaba enseñando a un grupo de niñas a preparar caramelos. De repente entró en el pueblo un grupo de miembros de Sendero Luminoso. Llamaron a todos a la plaza y nombraron uno a uno a los que iban a matar. A Aguchita la acusaron de hablar de paz, de no hacer nada, y de distraer a los niños con caramelos. Poco después, una joven de tan solo 17 años la mataba de cinco disparos.
La hermana Aguchita nació en 1920 en Ayacucho, al sur de Perú. Como religiosa trabajó en el centro de Lima. En 1987, en los años en los que Sendero Luminoso desplegaba su violencia en el país, fue enviada a La Florida, una zona selvática en el interior de Perú. Allí favoreció la asistencia sanitaria y educativa de sus habitantes, muchos de ellos indígenas, alfabetizó y dio formación laboral a mujeres y jóvenes, y cuidó la catequesis de las familias.
En aquella última carta a su superiora escribió: «Hace poco Dios me recordó la ilusión que tenía cuando descubrí mi vocación de religiosa: trabajar en la selva, donde el Señor me ha traído para darme gusto antes de morir. Soy arcilla entre sus manos».