El director y dramaturgo Fernando Sansegundo, con más de cuarenta años metido en vereda, y nominado, por ejemplo, a los MAX el año pasado con La avería, una adaptación de un cuento de Durrenmatt, explora esta vez el nacimiento y primeros pasos del feminismo español más incipiente y olvidado, de la mano de tres escritoras casi desconocidas para el gran público del Siglo de Oro español; sor Juana Inés de la Cruz (Alicia Lobo), María de Zayas (Rocío Marín) y Feliciana Enriquez (Zaloa Zamarreño).
Es un texto ágil e inteligente, muy atrevido y arriesgado, a pesar de estar escrito en verso rimado. También es un texto de intenso mensaje y forma, y en ningún momento se hace pesado o pedante; sí en cambio ligero y amable, hasta con momentos de humor penetrante. Después de una suerte de «aquelarre» o invocación hecha un día de ánimas por unos actores «virtuales» que ensayan sus textos en nuestros días, se reúnen mágicamente en escena estas tres escritoras que desgranan su vida y sus tribulaciones, sus coincidencias y desavenencias en torno a la mujer y a su realidad, tratando la femineidad, el feminismo y su entorno con una visión ácida y herida, reflejo de su propia vida y sus propias desgracias.
De calado profundo y vigencia muy actual, aunque teñido quizá de una visión demasiado estereotipada de la mujer luchadora, el texto conseguirá que cualquiera con un mínimo de sensibilidad, capte las analogías que permanecen en la actualidad y que son al fin, una tragedia y una repetición de una obstinada realidad. Las actrices resultan brillantes y convincentes, y logran recitar con soltura sus discursos atropellados sin perder ripio. Alicia Lobo, soberbia, con unos cambios de personaje y de voz que alegran y divierten en medio de un texto tan conceptual y denso. Rocío Marín con su cuidado movimiento y su rotunda presencia. Y Zaloa Zamarreño, tan pizpireta en el escenario y tan resolutiva, completan una obra que desgrana con reflexión un tema complejo y necesario. Una manera serena de incentivar el acercamiento a la vida y obra de unas magníficas escritoras que mucho podrían ilustrar a tantas corinas y reinas del pueblo y del cuché, tan zafias y vulgares…
Nave 73
Calle Palos de la Frontera, 5
Palos de la Frontera, Embajadores
OBRA FINALIZADA