Avanza el plan para incluir el aborto en la Constitución de Francia
Los 30 diputados que votaron en contra temen que se utilice para ampliar los plazos o restringir la objeción de conciencia
La Asamblea Nacional de Francia aprobó por una gran mayoría el martes 30 de enero incluir el aborto en la Constitución. En concreto, se recoge que «la ley determina las condiciones en las que se ejerce la libertad garantizada a la mujer de recurrir» a esta práctica para acabar con su embarazo. La reforma fue aprobada por 493 votos a favor y 30 en contra.
Contó con el apoyo de casi todo el bloque de izquierdas, de la mayoría que conforma el Gobierno y del grupo independiente Liot, informa AFP. Se pronunciaron en contra 15 de los 60 parlamentarios de Los Republicanos y 12 de los 72 de Agrupación Nacional. Ambos partidos sumaron también 18 abstenciones. La reforma queda pendiente de su votación el 28 de febrero en el Senado, donde domina el centroderecha y el cambio goza de menos consenso. Luego se someterá a una última votación de ambas cámaras, en la que debe alcanzar una mayoría de tres quintos.
Los diputados que votaron en contra mostraron su preocupación por la posibilidad de que la reforma rompa el equilibrio que la ley busca entre la posibilidad de abortar «y el respeto al ser humano desde el principio de su vida», dijo la diputada Émilie Bonnivard. Temen también que se pueda utilizar para ampliar los plazos para abortar o para poner obstáculos al ejercicio de la objeción de conciencia.
Una propuesta previa aprobada en la Asamblea Nacional pedía incluir directamente en la Constitución el aborto como «derecho». Por su parte, el Senado, dominado por la derecha y el centro, quería que se aludiera solo a la «libertad» de abortar. Con la formulación de «libertad garantizada», el Gobierno ha intentado encontrar una tercera vía entre ambos conceptos.
Sin embargo, el senador de Los Republicanos Philippe Bas, autor de la redacción adoptada en esta cámara, alertó de que esta noción se termine interpretando como un «derecho oponible». Esto implicaría que se podría utilizar para exigir a las instituciones que garanticen el acceso a él. Una opción que Guillaume Gouffier Valente (Renacimiento), relator en la Asamblea, insistió en que no era posible.
El cambio constitucional, que de hacerse realidad convertiría a la Carta Magna francesa en la única vigente en todo el mundo que garantiza de manera explícita el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, explica EFE.