ASIF remitió a la Fiscalía vaticana 21 informes de actividades sospechosas en 2021
La Autoridad de Supervisión e Información Financiera ha presentado su informe anual. Según su presidente, Carmelo Barbagallo, se observa «una tendencia constante a la mejora» aunque no se debe «bajar la guardia»
La Autoridad de Supervisión e Información Financiera (ASIF) detectó en 2021 un número de actividades sospechosas superior al de los últimos años. En su informe anual, publicado el lunes, se afirma que recibió 104 informes, de los cuales remitió 21 al Promotor de Justicia (Fiscalía) del Vaticano. También se trata del número más alto de los últimos cinco años.
La ASIF es la entidad responsable de la inteligencia financiera y de combatir el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo, además de supervisar el Instituto de las Obras de Religión (IOR) o «banco vaticano». De las 104 informaciones sospechosas, 98 procedieron del mismo IOR, cinco de las autoridades del Vaticano y una de una entidad sin ánimo de lucro. «Ninguna estaba ligada directa o indirectamente a la financiación del terrorismo».
En 2020, la ASIF recibió 89 informes de actividad sospechosa, de los que remitió 16 al Promotor de Justicia. En 2019, 95; 83 en 2018, y 150 en 2017. Por otro lado, en 2021 recibió 19 peticiones de información por parte de agencias similares en otros países, menos que el año anterior. Envió a sus homólogos 34.
Consolidación
El presidente de la ASIF, Carmelo Barbagallo, ha subrayado que en el informe se observa «una tendencia constante a la mejora» de la calidad de los informes recibidos. Lo atribuye a la «intensificación de las medidas preventivas emprendidas por el IOR y la aplicación cada vez más consciente de un enfoque basado en el riesgo».
En entrevista a Vatican News, explica que 2021 fue «un año de consolidación» de los cambios vividos en años previos, como la reforma de su articulación interna, el nombramiento de una nueva dirección, la contratación de más personal y su adaptación a los principios organizativos de la Curia. También la firma de «importantes acuerdos de colaboración con otras autoridades», y la intensificación del trabajo conjunto con las distintas autoridades y dicasterios de la Santa Sede..
«El colofón de todos estos cambios fue la evaluación de la jurisdicción vaticana por parte de Moneyval, con un resultado ampliamente positivo». Se trata de un reconocimiento «de suma importancia para la posición financiera y la reputación», en este caso, de las entidades económicas vaticanas. «Una evaluación negativa habría tenido repercusiones en el camino de transparencia emprendido hace tiempo por la Santa Sede, y también habría complicado las relaciones» con las contrapartes extranjeras.
Perfeccionamiento continuo
Por el contrario, Moneyval emitió un juicio «totalmente favorable tanto en lo que respecta a los controles establecidos por el IOR» como sobre la supervisión de la ASIF. «El IOR emprendió hace tiempo un camino virtuoso que lo distingue significativamente de ciertos tristes acontecimientos del pasado». A ello ha contribuido la reorganización en curso. «El camino está marcado. Ahora se trata de seguir recorriéndolo con convicción».
En este sentido, «no es admisible bajar la guardia en términos de eficacia de la prevención», sino «una acción de perfeccionamiento continuo» con una verificación frecuente. En esta línea avanza la implementación de las recomendaciones entregadas por Moneyval.