Así se va a evangelizar en Madrid ahora
El Plan Diocesano de Evangelización de Madrid concluyó el sábado con una gran fiesta en la catedral de la Almudena. Sus conclusiones se propondrán el curso que viene a las parroquias y realidades eclesiales de la diócesis
Una parroquia que cambia la configuración del templo para hacer la Eucaristía más accesible; otra que cambia el horario de la Misa dominical para que después pueda haber un rato de encuentro; un grupo de jóvenes que invita a comer a 20 chicos africanos de la casa de acogida de la Cruz Roja; grupos de formación de adultos que se reúnen en las casas del barrio; una parroquia que cambia los tradicionales cursillos prematrimoniales por un catecumenado para novios: son solo algunas de las iniciativas que han surgido del Plan Diocesano de Evangelización que ha ocupado a la diócesis de Madrid durante los últimos tres años, y cuyos trabajos concluyron este sábado con una gran fiesta en la catedral.
Han sido tres años de trabajo, en los que han participado más de 10.000 personas distribuidas en 769 grupos, aunque en algún momento han llegado a ser casi 1.000 grupos. Durante todo este tiempo, en los trabajos han participado miembros de innumerables realidades presentes en Madrid: congregaciones, colegios, movimientos, asociaciones, universidades y organismos diocesanos.
Todo ello ha dado como resultado un cuadernillo que se repartirá el sábado en la fiesta de conclusión del PDE, con el resumen de todas las propuestas realizadas por los grupos y unas indicaciones para trabajar en el futuro. Este documento «no es un conjunto de directrices que han pensado los de arriba para que obedezcan los de abajo», explica el vicario de Evangelización, Carlos Aguilar, porque el modelo que ha seguido el PDE no ha sido vertical: «La Iglesia en Madrid es un pueblo, un cuerpo vivo, del que todos somos miembros necesarios. No somos miembros pasivos, sino activos. Este es un plan de evangelización con un lema que resume el trabajo realizado durante estos tres años: Entre todos, con todos y para todos».
La fiesta de conclusión del PDE comenzará el sábado con la adoración al Santísimo desde las 11:00 horas en el altar de la Virgen de la catedral de la Almudena. Hasta las 19:00 horas, las distintas vicarías y grupos que han trabajado en el PDE se turnarán para la adoración, y en cada turno se proclamará uno de los textos de los respectivos núcleos del PDE y se presentarán al Señor las principales propuestas realizadas sobre lo trabajado.
Por la tarde, de 17:30 a 20:00 horas, la plaza de san Juan Pablo II acogerá distintas actividades para dar a la jornada un sentido festivo, misionero y de convivencia.
Toño Casado se encargará de coordinar las actuaciones musicales y habrá un taller de baile a cargo del Círculo de baile, así como un bar con precios simbólicos.
Además, distintos paneles distribuidos por la plaza ofrecerán información sobre el PDE, mientras que otro panel en blanco servirá para recoger experiencias y expectativas contadas por sus protagonistas.
También se podrá conocer la labor de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el Arzobispado de Madrid o las empresas de inserción de Cáritas Madrid en varios stands, y habrá talleres para niños y jóvenes a cargo de la Delegación de Infancia y Juventud.
La jornada concluirá con una solemne Eucaristía a las 20:30 horas en la explanada de la Almudena, con la presencia de los obispos auxiliares. Al final de la ceremonia, representantes de distintos grupos del PDE recibirán de manera simbólica el documento final del PDE. La colecta de ese día se destinará a las necesidades de las iglesias que están en Siria. Y al final de la Eucaristía se entregará a todos los presentes el cuaderno del Plan Diocesano de Evangelización.
Durante todo el día habrá sacerdotes en torno al atrio de entrada a la catedral (Bailén), para que pueda confesarse quien quiera o, simplemente, para hablar con un sacerdote. Asimismo, se podrá visitar gratuitamente el Museo de la catedral durante todo el día.
Un cambio de rumbo
¿En qué va a cambiar la Iglesia en Madrid tras el PDE? «La diócesis es como un trasatlántico muy grande, que aunque vire un grado su rumbo parece que no se nota pero a la larga sí lo hace –explica el vicario de Evangelización–. Para Madrid virar un grado es mucho, y eso hace que a partir de ahora ya no se podrá pensar, impulsar o innovar nada sin esta orientación. Lo que hemos hecho ha sido sembrar, y ese grano dará fruto».
Lo que sí es cierto es que entre los fieles de Madrid ha aumentado la conciencia de la importancia de evangelizar en el entorno. «Cuando hablamos de evangelización, tenemos que tener muy claro que esta tarea la tenemos todos muy cerca, en nuestros círculos más próximos, porque todos estamos en una familia, en un centro de trabajo, en unas relaciones personales…, y ahí es donde tenemos que llevar el Evangelio que hemos recibido. Sin empezamos a hacer eso, la evangelización funcionará», detalla Aguilar.
«La primera evangelización –continúa– funcionó así, no a base de grandes planes y proyectos, sino gracias a que en una familia se trataba de vivir con sencillez el Evangelio. Si eso cala, la evangelización avanza. No se trata de idear unos planes y acciones espectaculares para que la gente se convierta, que también habrá que hacer estas cosas, sino de que todos nos concienciemos de que la evangelización pasa por la red de personas en las que Dios nos ha puesto».
¿Y ahora qué?
En realidad, el PDE no ha concluido y todo esto ha hecho más que empezar. A principios del curso que viene, la Vicaría de Evangelización propondrá a parroquias y realidades eclesiales que disciernan qué pueden y qué no pueden hacer con respecto a las propuestas finales que se harán públicas el sábado. «Nuestra intención no es decir a nadie qué es lo que tiene que hacer –explica el vicario de Evangelización–, sino invitar a un discernimiento sobre las opciones que ha ido perfilando la comunidad diocesana en estos tres años. Y cada cual debe ver qué es lo que puede incorporar a su realidad, a su comunidad, a su parroquia, a su colegio… Habrá cosas que ya estarán haciendo, y otras que a lo mejor no ven oportuno implementar, otras habrá que mejorarlas… La cuestión es dejarse iluminar por todo este trabajo».
Además, el arzobispo ha pedido que los grupos del PDE tengan una continuidad dentro del Año Mariano que va a comenzar en la diócesis de Madrid el próximo 15 de junio, y ha pedido que trabajar el documento final del PDE en los consejos pastorales y en las comunidades parroquiales a comienzo del curso, para que vean cómo traducir todo esto al trabajo diario del próximo año.
Concretamente, las propuestas están encaminadas a doce ámbitos básicos, que van desde la acogida y el acompañamiento hasta las actividades sociocaritativas, pasando por el cuidado de los sacramentos y el diálogo fe-cultura; también se ha hecho hincapié en las actividades de anuncio, la comunión entre las realidades diocesanas y la mayor presencia de los laicos.
Como afirma el cardenal Carlos Osoro en una carta con motivo del final de los trabajos, «la luz de la Palabra nos ha permitido experimentar que Dios ha bendecido y sigue bendiciendo a nuestra Iglesia en Madrid», al mismo tiempo que «nos ha invitado a entrar en diálogo con hombres y mujeres de nuestro tiempo, para poder escucharlos, conocer sus inquietudes y poder mostrarles a Jesús como la respuesta que en lo más profundo de su corazón están anhelando».
«No todo nace del PDE, el Espíritu actúa donde quiere y cuándo quiere. Mientras hemos ido trabajando han ido surgiendo cosas que no había; otras han ido en paralelo al trabajo de los grupos», cuenta Carlos Aguilar. Así, durante estos tres años han ido apareciendo algunas iniciativas promovidas por la archidiócesis, como las escuelas de doctrina social de la Iglesia, la de catequistas y la de pastoral sanitaria, la elaboración del Informe Familia, el Parlamento de Jóvenes, la Comisión diocesana de Comunión, la Mesa de Hospitalidad, los Encuentros en Emaús, el SARCU, el itinerario de arte y espiritualidad Piedras Vivas, o la Fiesta del Perdón con la que concluyó el Año de la Misericordia.
Asimismo, las casi 500 parroquias de la diócesis han adoptado diferentes iniciativas en la misma línea de Iglesia en salida y en acogida:
- En el ámbito del acompañamiento: centros de escucha, jornadas de puertas abiertas, centros de integración de inmigrantes, acogida de diferentes comunidades de extranjeros, cafés-tertulia para ancianos solos…
- En pastoral familiar: catequesis con los padres de niños apuntados a Primera Comunión, grupos de recién casados, ITV matrimoniales, un catecumenado prematrimonial, acogida de personas divorciadas, madres solas y parejas no casadas.
- Jóvenes: encuentros de jóvenes tras la misa dominical, incorporación de Effetá y de Life Teen en las parroquias, grupos de voluntarios.
- Hacer comunidad: bancos de tiempo y ayuda entre miembros de una misma parroquia, bolsas de trabajo, un catecumenado de adultos en casas del barrio, encuestas a pie de calle, renovación de los consejos parroquiales para hacerlos más participativos, colaboración con asociaciones de barrio e iglesias de otras confesiones.
- Liturgia: grupos de oración con niños, cambios en los horarios de las Misas para facilitar un encuentro fraterno al terminar, grupos de liturgia para reavivar las celebraciones, cambio de distribución del templo para hacer las Misas más cercanas, más horas de apertura, implantación de la lectio divina, adoración al Santísimo los jueves
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