Así se puede hablar de Dios con larvas de mosca de la fruta y otros bichos

Así se puede utilizar larvas de la mosca de la fruta y otros bichos para hablar de Dios

«Y tú, ¿por qué crees?», les preguntó un chico a bocajarro. La Sociedad de Científicos Católicos aprovecha su estand en la feria Madrid es Ciencia para hacer divulgación sobre cómo ciencia y fe son compatibles 

María Martínez López
Algunos jóvenes en el estand de la SCC
Algunos jóvenes en el estand de la SCC. Foto: Gonzalo Colmenarejo.

«Una compañera que trabaja en el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria hace mutaciones en unas larvas de la mosca de la fruta y ve cómo esto modifica su comportamiento». Es uno de los múltiples experimentos que podrán ver los 30.000 visitantes —cifra del año pasado— de la feria Madrid es Ciencia, abierta desde este jueves hasta el sábado en IFEMA. Con el añadido de que, a la vez que aprenden sobre las conclusiones de esta investigación, podrán debatir con la autora sobre cómo para ella fe y ciencia son compatibles.

Esto es lo que ofrece la Sociedad de Científicos Católicos (SCC) con su estand en esta cita, una iniciativa que pusieron en marcha por primera vez el año pasado. «La idea de la feria es divulgar la ciencia. Vienen muchos colegios, institutos y universidades y también profesionales centros de investigación», explica Gonzalo Colmenarejo, coordinador del estand. Todos tienen su estand, de forma que «puede haber científicos viendo experimentos de los chicos y viceversa».

La idea de tener esta presencia tiene un doble objetivo, que es el mismo que el de la misma SCC. Por un lado, «divulgar la armonía que existe entre ciencia y fe». No lo hacen de forma agresiva, sino «empezando a hablar con la gente. Por los estereotipos, muchas veces la gente se queda sorprendida al ver el estand, se quedan mirando el experimento y nos preguntan». Colmenarejo recuerda cómo el año pasado «un chico de 11 años de repente me dijo a bocajarro: “Y tú, ¿por qué crees en Dios?”. Me sorprendió que ya se estuviera haciendo preguntas».

Por otro lado buscan dar a conocer la sociedad a otros colegas, algunos de los cuales también pueden ser creyentes. «A veces nos sentimos un poco los bichos raros», confiesa Colmenarejo. Por eso «encontrarte a otros es muy interesante». También les ocurrió el año pasado. «Nos encontramos con otros investigadores católicos que no sabían que existía la sociedad y a raíz de la feria ha entrado en ella».

Buena acogida

Tanto el año pasado como en la mañana de este jueves «ha habido muy buena recepción», tanto por parte de otros creyentes como de quienes no lo son. Los experimentos que ofrecen contribuyen a ello. Además del comportamiento de los insectos, «vamos a ver con un ordenador cómo una proteína se ensambla con una sustancia inhibidora y cómo se diseñan fármacos. Y una zoóloga de la Universidad Autónoma de Madrid ha traído muestras de suelo para ver, con microscopios y lupas, la microfauna que tienen», enumera Colmenarejo.

Además de los visitantes habituales, espera que el sábado puedan acudir muchas familias. Ese día contarán con el apoyo de jóvenes estudiantes miembros de Ágora, una asociación universitaria católica. Mo podrán disfrutar, sin embargo, de otro experimento que solo van a realizar este jueves por la tarde: utilizar electromagnetismo para crear un tren magnético y una nube con vapor de agua. «Lo va a hacer un profesor de instituto jubilado». Al mismo tiempo, otro miembro de la SCC hará una presentación sobre IA y ética en el ágora, un espacio para pequeñas intervenciones.