Así se desarrolló la Semana Misionera de Madrid
Bajo el lema Rostros de la misericordia la diócesis de Madrid acaba de celebrar una Semana Diocesana Misionera, organizada por la Delegación de Misiones con motivo de la Jornada del Misionero Diocesano. Rostros de misericordia que hace referencia a los misioneros y misioneras que han salido de Madrid y que, viviendo la pasión de Jesucristo, se atreven a dejar su diócesis, sus parroquias y familias para ir al encuentro de hermanos y hermanas y compartir con ellos lo más precioso que tenemos: Jesucristo
La Semana comenzó con una Mesa Redonda en la sede del Consejo Diocesano de Misiones de Madrid con el título Madrid en la Misión. José María Calderón, delegado de misiones, explicó que «Madrid, es misionera», y de qué manera y con qué medios cuenta, todo ello avalado con los testimonios del padre Javier Pedraza, sacerdote de Madrid; Celia Macho, misionera comboniana, y Juan Carlos y Virginia, pareja misionera de Madrid que han vivido en Honduras, Guinea y Mozambique.
El día 5, se celebró una segunda Mesa Redonda. Esta vez en la Universidad Pontifica de Comillas, y con el título Instituciones Misioneras. «Nos ha mostrado una Iglesia viva que anima, impulsa y sostiene la actividad misionera Ad Gentes, esencial de toda Iglesia particular, porque la lleva a su plena madurez, ya que compartir la fe desde la comunión eclesial ensancha y reafirma la fe vivida, haciéndola madurar», dijo el misionero javeriano, Rolando Ruiz, moderador de esta Mesa.
El tercer momento (día 6) fue el homenaje a Misioneros y Animadores de Misiones, Mayores. Comenzó con un video que daba una amplia visión de la actividad que se ha venido realizando en Madrid desde hace 60 años en cuanto a la animación de la Iglesia madrileña y después dos testigos contaron su experiencia: Garci-Gonza, misionero madrileño de 86 años de edad, 47 de ellos en Zimbabue, y Gloria, animadora veterana, que transmitió cómo desde la retaguardia ha contagiado el espíritu misionero en y desde Madrid. También se presentó a los empleados de la Delegación, «sin los cuales no sería posible canalizar tanto bien encauzado a las misiones», dijo el Delegado de Misiones.
El sábado día 7 lo dedicamos a la Marcha Misionera de la Misericordia. Desde la Basílica de la Asunción de Colmenar Viejo a la Ermita de los Remedios, del mismo Colmenar Viejo, meditando sobre las Obras de Misericordia. Participaron seis parroquias (San Jaime, de Villaverde; La Transfiguración del Señor, de Usera; La Purificación de Ntra. Sra., de Carabanchel; El Sagrado Corazón de Jesús, de Prosperidad; San Lesmes, de Alcobendas; La Purísima Concepción, de Bustarviejo) y la Basílica de la Asunción, de Colmenar Viejo. Además participaron algunos miembros de la Cofradía de la Ermita de los Remedios, del grupo Jóvenes para la Misión y un buen grupo de misioneros y misioneras. Alrededor de una cincuentena de personas.
Y, finalmente, llegó, el día grande, el domingo día 8: Jornada diocesana de los misioneros Madrileños. Y el acto de la clausura de la Semana: la Misa de Envío que presidió monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Madrid y que tuvo lugar en la catedral de la Almudena. Sacerdotes, familias y laicos que partirán durante este año a la misión en Kazajistán, Holanda, Inglaterra, Argentina, Brasil, Honduras, Guatemala, Colombia, Costa Rica y Camerún, recibieron el crucifijo misionero, símbolo de su envío a la Misión.
En su homilía, el prelado reconoció «cuando acogemos a Jesucristo suscita no quedarnos ensimismados en nosotros mismos; suscita salida, anuncio, presencia, testigos». Por ello, «acoged lo que nos dice Cristo: “vosotros seréis mis testigos”», y «eso requiere un encuentro profundo con Él».
Consejo diocesano de misiones