Así ha sido la histórica oración del Papa León XIV con el rey Carlos III

Así ha sido la histórica oración del Papa León XIV con el rey Carlos III de Inglaterra

La histórica oración, primera desde que Reino Unido rompió con Roma, ha estado seguida de un encuentro sobre el cuidado de la casa común. Esta tarde, Carlos III recibirá un título honorífico en San Pablo Extramuros

María Martínez López
Un momento de la histórica oración en la Capilla Sixtina.
Un momento de la oración en la Capilla Sixtina. Foto: Vaticanistas Media.

Por primera vez desde la Reforma anglicana, un rey británico y un Papa han rezado juntos. Ha sido este jueves, en una histórica oración ecuménica por el cuidado de la creación en la Capilla Sixtina, del Vaticano.

La celebración ha estado copresidida por el Papa León XIV y el arzobispo anglicano de York, Stephen Cottrell. De hecho, el Santo Padre no ha hecho uso de la sede destinada a él sino que se ha sentado ante el altar con Cottrell. Él es la cabeza visible de la Iglesia de Inglaterra hasta que la nueva arzobispa de Canterbury, Sarah Mullally, sea investida el 25 de marzo.

Según reveló la semana pasada Flavio Pace, secretario del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, fue el mismo monarca británico quien expresó su deseo de poder participar en una liturgia con el Papa en el marco de su visita de Estado. Carlos III, con traje azul y Camila, con un vestido negro y velo, se sentaron a la izquierda del altar, al lado de León XIV y el arzobispo de York, Stephen Cottrell, que ocuparon la parte central.

La histórica oración ha estado acompañada por los cantos de los coros de la Capilla Sixtina, la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, y el infantil de la Capilla Real del palacio de Saint James. Además de los salmos de la liturgia, han entonado un himno de san Ambrosio traducido al inglés por san John Henry Newman, que el próximo 1 de noviembre será proclamado doctor de la Iglesia.

45 minutos de conversación

Antes de este acto, León XIV y los reyes británicos se han reunido en privado durante cerca 45 minutos en la Biblioteca apostólica. Carlos III le ha entregado al Papa una gran fotografía de plata y un icono de san Eduardo el Confesor, rey de Inglaterra en el siglo XI. Por su parte, según EFE, el Pontífice le ha donado una versión a escala del mosaico de Cristo Pantocrátor de la catedral normanda de Cefalú, en Sicilia. Ha sido realizado en los talleres del Vaticano.

Entrega de regalos durante la audiencia privada. Foto: CNS.

Al término de la reunión privada, la reina Camila ha visitado la Capilla Paulina, donde ha podido admirar los que son considerados los últimos frescos de Miguel Ángel, acompañada por la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta. Mientras, el rey Carlos III se ha reunido con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.

Royal Confrater

Finalizada la histórica oración, en la Sala Regia ha tenido lugar un encuentro por la casa común con el rey y el Papa, representantes de la Curia, empresarios y personas dedicadas a cuestiones medioambientales y el Movimiento Laudato Si’. Había también expertos de las Naciones Unidas.

Por la tarde, a las 14:45, está previsto que Carlos III reciba en la basílica de San Pablo Extramuros el título de Royal Confrater de la misma. Este se le concede por los lazos históricos y por los avances logrados en el camino de la reconciliación entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Inglaterra. Se lo conferirán el cardenal James Michael Harvey, y el abad de la comunidad monástica, dom Donato Ogliari, con la aprobación del Papa León XIV.

Detalle del sitial creado para el rey Carlos en San Pablo Extramuros. Foto: Vatican Media.

San Pablo Extramuros, con la abadía benedictina anexa, mantiene un fuerte vínculo con la Corona de Inglaterra. De hecho, en el escudo de la abadía figura el emblema de la Orden de la Jarretera, una de las más altas distinciones inglesas.

Para la ocasión se ha creado un sitial, un asiento, con el escudo del rey Carlos junto a la frase latina Ut unum sint (Que sean uno). El rey se sentará en ese sitial durante la ceremonia; posteriormente permanecerá en el ábside de la Basílica para ser utilizado en el futuro por Su Majestad y sus sucesores.