Así es el compromiso de Cáritas con el empleo
En el último año, Cáritas Madrid ha desarrollado dos nuevos servicios para luchar contra el paro: una agencia de colocación y la empresa de inserción Textil Empleo
En respuesta a la situación de inestabilidad y precariedad laboral que viven tantas personas en España, Cáritas Madrid celebra el 28 de abril la Campaña Contra el Paro 2019 bajo el lema Comprometidos por un trabajo digno. Con esta iniciativa pretenden, según Javier Hernando, su secretario general, llamar a los políticos a «aunar respuestas en la lucha contra el desempleo y nos dejemos de tensiones rivalidades y pulsos».
Algo que esta ONG predica con el ejemplo. En la presentación de la Campaña Contra el Paro 2019, Cáritas Madrid ha hecho balance de su aportación a la causa en 2018. Según Mercedes Benito, subdirectora del Servicio Diocesano de Empleo, «hemos incrementado el número de respuestas que teníamos, fundamentalmente dentro del ámbito de la economía social, con nuestras empresas de inserción». A saber: Asiscar, dedicada a mensajería y mudanzas; Carifood, un servicio de catering y hostelería; y Taller 99, especializada en la confección de productos de cuero. «Estas empresas pretenden que la gente aprenda a trabajar trabajando desde el primer día. Aparte de este aprendizaje, se busca también la adquisición de competencias personales y profesionales», ha explicado Benito.
Además, en el último trimestre de 2018, Cáritas Madrid abrió su cuarta empresa de inserción, Textil Empleo, centrada en el reciclaje de ropa y calzado. Una iniciativa que ya cuenta con seis empleados dedicados a la recolección y clasificación de las donaciones que se hacen a diario en 212 puntos de recogida repartidos por la ciudad. Entre sus planes de expansión, esta empresa de inserción plantea ampliar su plantilla a nueve con la apertura de una tienda física a finales de 2019. «Estos puntos de venta supondrían la segunda fase de la empresa. Persiguen la entrega de las prendas de manera digna a las personas que están pasando una mala situación», explica la subdirectora, quien añade que cualquier persona que quiera colaborar con la iniciativa podrá adquirir allí ropa de segunda mano.
De vuelta al mercado convencional
Aparte de Textil Empleo, en 2018 Cáritas Madrid creó otra iniciativa para plantar cara al paro. «El último proyecto que nos permite cerrar el círculo es la agencia de colocación», sentencia Mercedes Benito. A través de este servicio, los usuarios de Cáritas pueden «dar un paso más y presentarse al mercado de trabajo normalizado».
Es el caso de Ahmed, un usuario de Cáritas que estaba cansado de «llamar a muchas puertas para encontrar un trabajo y solucionar la peor situación que puede pasar uno: la muerte de su mujer de un cáncer terminal». Debido al fallecimiento de su esposa, se vio obligado a abandonar su empleo de cocinero para hacerse cargo de sus cuatro hijos menores de edad.
Ahmed tiene experiencia como jefe de cocina en hoteles de cuatro y cinco estrellas pero, «aunque tenía referencias y títulos, no podía compaginar el trabajo con el cuidado de mis hijos». Después de pasar una larga temporada sin empleo «porque el horario no me lo permitía», acudió a la agencia de colocación de Cáritas, donde encontró trabajo como cocinero en un centro de menores. «Ahora tengo una segunda oportunidad para demostrar que podemos salir adelante», presume.
Una historia que se parece a la de Ana. Procedente de Rumanía, emigró a España hace tres años para reunirse con su hermana. Después de aprender el idioma y encadenar una retahíla de trabajos temporales, «entré en contacto con Cáritas gracias a una señora muy amable de mi parroquia». Allí hizo un curso de manipulación de alimentos «y ahora trabajo en un colegio con un contrato indefinido, estoy contenta». Como solo tiene media jornada, compagina este empleo con otro limpiando casas por las tardes.
A lo largo de sus aproximadamente seis meses de vida, la agencia de colocación de Cáritas ha atendido a más de 400 personas y un 80 % de ellas han encontrado empleo. Sin embargo, los responsables de la ONG no se conforman con estas cifras y, como dice Mercedes Benito, «seguimos trabajando con el resto de personas para ver si el mercado les da una oportunidad».