Asesinado el obispo auxiliar de la archidiócesis de Los Ángeles
Las autoridades californianas siguen investigando las circunstancias del crimen
El pasado sábado perdió la vida a causa de un disparo el obispo David O’Connell, auxiliar de la archidiócesis de Los Ángeles, en Estados Unidos. De acuerdo con el departamento del sheriff del condado de Los Ángeles, el suceso se produjo en torno a la una de la tarde en el domicilio del prelado. No se han ofrecido más detalles, más allá de que se encontró el cuerpo de O’Connell con una herida de bala en el pecho.
El arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, emitió un comunicado en el que afirma estar en shock y sin palabras para expresar la tristeza por la pérdida.
«Era un pacificador con el corazón puesto en los pobres y los migrantes, y le apasionaba construir una comunidad donde se protegiera la santidad y la dignidad de cada vida humana. También era un buen amigo y lo echaré mucho de menos», escribe Gómez.
O’Connell fue designado por Francisco como obispo auxiliar de Los Ángeles en el año 2015. Nació en Cork (Irlanda) en 1953, y fue seminarista en el antiguo All Hallows College de Dublín. Fue ordenado sacerdote en 1979 para la diócesis de Los Ángeles. Trabajó en distintas parroquias en zonas difíciles y deprimidas de la ciudad con problemas como las drogas, el desempleo o la violencia de las bandas criminales.
Fue especialmente importante su papel como conciliador entre la comunidad y las fuerzas del orden tras el asesinato a manos de unos policías del afroamericano Rodney King en 1992, un caso que provocó una oleada de fuertes disturbios en la ciudad. También trabajó codo con codo con la población migrante como responsable de Migraciones del sur de California, puesto en el que coordinó la respuesta de la Iglesia local a la llegada de migrantes de Centroamérica. En septiembre pasado, O’Connell fue reconocido por su servicio a la comunidad y la Iglesia en Los Ángeles con el prestigioso premio Evangelii Gaudium del St. John’s Seminary en Camarillo.
Desde su diócesis de nacimiento en Irlanda también han llegado las condolencias. Pese a que hacía años que vivía en Los Ángeles, tenía parientes y amigos en Cork. En un comunicado, el obispo de Cork, Fintan Gavin, recuerda el trabajo incansable de O’Connell por la paz y la concordia en las comunidades que tuvo a su cargo.