Arzobispo de Seúl: «La JMJ 2027 provocará una profunda reflexión sobre la reconciliación»
Peter Soon-taick Chung compartió la semana pasada en Roma el deseo de la Iglesia coreana de que la Jornada Mundial de la Juventud en su país se centre en el enriquecimiento espiritual, el intercambio cultural y la solidaridad global
El arzobispo de Seúl (Corea del Sur), Peter Soon-taick Chung, fue uno de los ponentes principales del Congreso Internacional de Pastoral Juvenil que se celebró a las afueras de Roma del 23 al 25 de mayo, con el lema Por una pastoral juvenil sinodal: nuevos estilos y estrategias de liderazgo. Como pastor de la diócesis que albergará la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en 2027, subrayó el significado que tiene para Corea albergar este evento y la visión que la Iglesia local tiene del mismo. «Quería enfatizar la importancia de la inclusión, de asegurar que los jóvenes de diversos contextos y regiones puedan participar. También delineé nuestras aspiraciones, lo que esperamos lograr para los jóvenes de todo el mundo, centrándome en el enriquecimiento espiritual, el intercambio cultural y la solidaridad global».
¿Cómo se está trabajando para que la JMJ de Seúl esté tan estrechamente unida al Jubileo 2025 como deseó el Papa al anunciar ambos eventos de forma conjunta?
Estamos trabajando de forma muy cercana con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida para asegurar que la jornada de Seúl complemente y desarrolle los temas e iniciativas que se presenten durante la celebración del Jubileo; incluida la centralidad de la renovación y la reconciliación.
¿Saben ya si la JMJ en Corea tendrá alguna novedad respecto a jornadas anteriores? ¿Tal vez algo que manifieste las peculiaridades del catolicismo en Corea y Asia?
Esta jornada se aleja de forma significativa de la tradición de organizar las JMJ en países predominantemente cristianos. Esta decisión refleja la visión del Papa Francisco de la inclusión y del compromiso de la Iglesia de abrazar la diversidad. Corea es un país que se caracteriza por un rico tapiz de creencias y culturas. Este paisaje religioso único ofrece la oportunidad de que los participantes reflexionen sobre cómo personas de distintas religiones y culturas pueden convivir en armonía y se comprometan en profundidad con los desafíos y las oportunidades de vivir en una sociedad plural.
Además, la península de Corea sigue siendo una de las pocas regiones divididas del mundo, algo que simboliza una herencia duradera de conflicto. En este contexto, la JMJ de Seúl provoca una profunda reflexión sobre el camino de la reconciliación y la paz, tanto en Corea como en otros lugares.
Y, por último, las raíces de la Iglesia en Corea se nutren de los sueños de los jóvenes y se sustentan por el sacrificio de incontables mártires. A pesar de haberse enfrentado a la persecución a lo largo de la historia, el catolicismo no solo sobrevivió sino que prosperó, y ha inspirado a generaciones enteras a permanecer firmes en su fe. A través de su ejemplo, los participantes podrán tener inspiración para vivir su esperanza en medio del sufrimiento y a ser agentes de cambio positivo en sus comunidades.
Justo un día antes de viajar a Roma, celebró Misa en la catedral de Seúl con un grupo de miembros católicos de la Asamblea Nacional que salió de las elecciones de abril. Allí, les pidió apoyo para la jornada. ¿Cómo pueden contribuir a que sea un éxito?
Su influencia nos puede ayudar a asegurar los recursos necesarios y facilita la colaboración entre los distintos departamentos del Gobierno y la Iglesia católica. La Ley de Apoyo Especial, por la que están luchando, incluye medidas para asegurar que los peregrinos internacionales obtengan los pasaportes sin problemas, para aumentar los protocolos de seguridad y para ofrecer apoyo económico para las necesidades de infraestructura. Además, tiene como objetivo promover el patrimonio cultural de Corea a un público global, enriqueciendo la experiencia para los participantes. Su apoyo es fundamental para asegurar que la JMJ de Seúl sea un acontecimiento bien organizado, seguro y enriquecedor para todos.
¿Cómo van los preparativos para la JMJ de Seúl 2027?
La preparación va progresando de forma constante. Hemos creado un Equipo Preliminar de Investigación para empezar a hacer el trabajo preparatorio del evento. Además, la archidiócesis de Seúl rápidamente creó el Comité Organizador Local, que está listo para crecer y desarrollarse en los próximos meses. También hemos abierto una sede para él en el centro de la sede diocesana como un centro para que los jóvenes vengan e intercambien ideas.
¿Este encuentro en Roma los ayudará a seguir trabajando y orientando los preparativos?
Estas citas ofrecen una oportunidad inestimable de recoger intuiciones, compartir experiencias y recibir orientación de la comunidad católica global. Los intercambios nos permiten afinar nuestros planes, asegurándonos de que están en armonía con los objetivos más amplios de la Iglesia. También nos beneficiamos de la experiencia de los organizadores de JMJ anteriores, que nos ayudan a prever y afrontar de forma efectiva desafíos potenciales. Esta colaboración refuerza nuestro compromiso con la creación de una experiencia significativa y enriquecedora espiritualmente para todos los participantes.