Arzobispo de Jartum (Sudán): «No sé si el acuerdo de paz mejorará las cosas» - Alfa y Omega

Arzobispo de Jartum (Sudán): «No sé si el acuerdo de paz mejorará las cosas»

La ausencia de algunos grupos armados en la firma de los acuerdos de paz para las regiones de Darfur, Kordofán Sur y Nilo Azul, el lunes, hace temer a monseñor Michael Didi Adgum Mangoria que el pacto no llegue a dar todos los frutos que cabrían esperar de él

Redacción
Foto: VOAAFrique.

La Iglesia en Sudán se ha mostrado cautos sobre los acuerdos de paz que el lunes firmó el Gobierno del país con los movimientos armados integrados en el Frente Revolucionario de Sudán y la Alianza Sudanesa de Jamis Abdalla. «No sé si podemos definir este acuerdo como “global”, porque algunas formaciones armadas no se han adherido, y he escuchado que no aceptan firmarlo», ha matizado monseñor Michael Didi Adgum Mangoria, arzobispo de Jartum. «Un acuerdo de paz es global cuando todos los que están armados se adhieren a él sin que ninguno sea excluido».

El acto estuvo presidido por el primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, y el presidente del Consejo Transitorio, el general Abdefatah al Burhan, máximas figuras del proceso de transición que vive Sudán desde el derrocamiento de Omar al Bashir en abril del año pasado.

El Gobierno de Transición recibió en septiembre del año pasado el mandato de consumar un acuerdo de paz con los grupos armados con el fin de incorporarlos a la vida política y al Parlamento, todavía no formado y en el que tendrán un número de escaños asignados.

Aprovechar el alto el fuelgo

Sin embargo, algunas facciones del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán / Norte o del Movimiento de Liberación de Sudán / Ejército no se han sumado al mismo, aunque sí han aceptado un cese de las hostilidades. «No sé si el acuerdo mejorará las cosas sin que todos formen parte de él», ha insistido el arzobispo. «No se debe equiparar un simple alto el fuego a la paz». Con todo, este supone una oportunidad, ya que mientras este esté en vigor «es el momento adecuado en el que se puede hablar», de forma que la paz llegue como fruto.

El acuerdo se divide en dos grandes partes. La primera afecta fundamentalmente a la zona de Darfur, duramente castigada por la violencia que arrancó de un conflicto entre movimientos rebeldes y el Ejército sudanés desde 2003, y que ha causado al menos 300.000 muertos y 2,5 millones de desplazados, así como todo tipo de violaciones de los derechos humanos.

Comisión para la Libertad Religiosa

Una segunda parte del tratado se refiere a las regiones de Kordofán Sur y de Nilo Azul, para las que prevé una amplia autonomía y que, en los próximos diez años, puedan quedarse con el 40 % de la riqueza producida en ellas. En ambas zonas los enfrentamientos han afectado a un total de un millón de personas. Los pactos contemplan además la institución de una Comisión Nacional para la Libertad Religiosa, que garantice la tutela de los derechos de las comunidades cristianas en el sur del país.

El Frente Revolucionario surgió en 2011 para enfrentarse al régimen del derrocado Omar Al Bashir. Con la caída del dictador, actualmente con varios procesos judiciales abiertos, se abrió un espacio en el que, dentro de un amplio programa de reformas, se pudiera intentar encontrar una solución política al conflicto. El proceso se cerró el lunes, en presencia del presidente sursudanés, Salva Kiir, y del equipo de mediación de este país, así como de representantes de Chad, Emiratos Árabes Unidos y Egipto en calidad de observadores.

Efe / Fides / Redacción