Artistas y deportistas piden en Madrid mayor «cercanía» a la Iglesia
El cardenal Osoro los ha recibido este lunes en la sede del Arzobispado de Madrid en el contexto del proceso sinodal: «Aquí se puede decir todo. No guardéis nada»
«Que no quede en letra pequeña el “amarás a tu prójimo como a ti mismo”». Con estas palabras un joven cantante sintetizaba una de las principales peticiones que una veintena de artistas, deportistas y representantes del mundo de la cultura han trasladado este lunes, 7 de marzo, al arzobispo de Madrid.
Igual que ya había hecho con políticos, profesores de universidad, empresarios y representantes de sindicatos, el cardenal Carlos Osoro los ha convocado en la sede del Arzobispado con motivo de la fase diocesana del Sínodo de los Obispos y les ha planteado «¿qué pedís a la Iglesia». «Aquí se puede decir todo. No guardéis nada», les ha dicho.
Infancia católica y posterior alejamiento
Varios han recordado su infancia en entornos católicos, con una presencia cercana de sacerdotes y religiosas de quienes aprendieron «valores muy bonitos», pero también han hablado de su posterior distanciamiento, a veces por la percepción de la propia institución y otras por sentirse juzgados –por ser homosexuales o divorciados–. «Antes de venir, una amiga mía me ha dicho que dijera que, como ella, hay creyentes que no se sienten representados por la Iglesia», ha señalado uno. «Quiero pensar que para Dios todos somos iguales. […] El mundo ha cambiado y la Iglesia no ha cambiado mucho», ha aseverado otra.
En este sentido, un joven torero ha asegurado que antes «un torero era un ser idolatrado, igual que ahora los futbolistas», y que la profesión «no ha evolucionado al ritmo que evoluciona la sociedad», como ocurre con la Iglesia. «Nos ven como un ser extraño, alejado», ha abundado, al tiempo que ha pedido que la Iglesia «se amolde un poco más a la sociedad actual» y se acerque a los jóvenes, por ejemplo, a través de las redes sociales.
Conexión con los jóvenes
Algunos de los participantes han coincidido precisamente en este punto central de plantear «cómo conectamos con los jóvenes» e intentar llegar a ellos, con «un lenguaje claro y directo, no solo para los ya cristianos». Y de boca de los jóvenes presentes se han oído frases como «a veces estamos muy confundidos»; «algunos no tienen una relación sólida con Dios, otros creen en el tarot y otros ni creen», o «decir que crees es un poco tabú».
«El mensaje de Jesús es el más importante de la humanidad –ha señalado una comunicadora que se ha reconocido creyente–. Me preocupa cómo llega a la infancia este mensaje. […] Que no sea visto como una materia de examen o que sientan “estoy de esto hasta las narices”».
Preocupación por los abusos y la cultura
También ha habido coincidencia entre varios artistas y deportistas a la hora de pedir «transparencia» a la Iglesia; «coherencia» con el mensaje de Jesús, «cercanía» y «alegría» en las celebraciones; «valentía a la hora de afrontar los abusos sexuales» en su seno; que se replantee «la posición de la mujer» y el acercamiento a los homosexuales, o que apueste por la formación, la cultura y el arte, que es una «forma privilegiada de la Iglesia para comunicar la verdad de Jesucristo».
«Esto ayuda a aterrizar a uno mismo. La Iglesia nuestro Señor la diseñó para estar junto a los hombres. […] He disfrutado escuchándoos con la libertad con la que habéis hablado. Soy padre de una diócesis grande. Si no eres padre capaz de escuchar lo que la gente siente, vive y percibe, mal padre eres», ha concluido el cardenal Osoro.
A estos encuentros, coordinados por el responsable de Relaciones Institucionales del Arzobispado, Andrés Ramos, se le sumarán próximamente otros con personas en situación de vulnerabilidad atendidas por Mensajeros de la Paz y la Comunidad de Sant’Egidio.