Nagorno Karabaj llega a la fecha de disolución de sus instituciones

El inicio de 2024 marca el punto final para la República de Artsaj, nombre con el que denominaban sus autoridades al territorio de Nagorno Karabaj, en liza entre Armenia y Azerbaiyán, al que oficialmente pertenece. La disolución de las instituciones de la región, poblada mayoritariamente por armenios hasta el otoño pasado, es una de las consecuencias de la ofensiva del Ejército azerbaiyano del 19 de septiembre, que precipitó un día después la rendición de sus líderes ante la falta de apoyo de Rusia, su principal valedor.

Además de la disolución de las instituciones de Nagorno Karabaj, que siguen al éxodo de más de 100.000 armenios (la mayor parte de su población), la víspera de Año Nuevo también estuvo marcada por un paso más en la creciente distancia entre las autoridades armenias y la Iglesia apostólica armenia. En la noche del 31 de diciembre, de acuerdo con la agencia de noticias 301, la televisión pública del país se negó a emitir el discurso de fin de año del patriarca Karekin II, líder espiritual del 92 % de la población del país. Tradicionalmente, el mensaje del catholicós (que a pesar de esta denominación no es el líder de la Iglesia católica armenia sino de la apostólica) se emitía justo antes del discurso del jefe de Estado, actualmente Vahagn Jachaturián. Sí se transmitió por redes sociales.

La ofensiva de Azerbaiyán en septiembre estuvo precedida por el bloqueo desde diciembre de 2022 del corredor de Lachin, la única vía de entrada desde Armenia a Nagorno Karabaj, cuyo territorio está rodeado de montañas. Este corte provocó una escasez alimentaria y una profunda «crisis alimentaria» que el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa denunció en numerosas ocasiones.

A raíz de la rendición, el 28 de septiembre de 2023 Samvel Shajramanián, el entonces presidente de la autodenominada República de Artsaj (no reconocida por ningún Estado miembro de la ONU), decretó «disolver antes del 1 de enero de 2024 todas las instituciones públicas y organizaciones supeditadas a ellas». Una decisión que, según las palabras del dirigente, provocaría que esta república «dejara de existir».