Argüello desea «alegría», «paz» y «familia» para Navidad y llama a «colaborar por el bien común» - Alfa y Omega

Argüello desea «alegría», «paz» y «familia» para Navidad y llama a «colaborar por el bien común»

En su mensaje de Navidad, el presidente de la CEE ha llamado a la «esperanza» y a «levantar la bandera del diálogo» y el «encuentro»

Redacción
El presidente durante su alocución
El presidente durante su alocución. Foto: Archidiócesis de Valladolid.

El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha deseado que la «alegría, la esperanza y la paz» haga a la sociedad acoger a Jesús para convertir las casas en un espacio de «hospitalidad», de manera que puede surgir entre las personas «una familia de familias» que «quieran colaborar por el bien común».

Así se ha expresado en un acto en el Arzobispado de Valladolid para felicitar la Navidad, recogido por Europa Press, en el que ha hecho «balance» a través de cinco palabras. La primera es la «alegría», que «surge» y «no se proyecta ni se busca». Otra es la «familia», pero no con «carácter endogámico», sino una que se crea cuando la «ciudadanía se descubre también como una nación, una patria y un proyecto que viene de atrás, se acoge en el presente y va hacia el futuro».

Familia de familias

«La Iglesia trata de propiciar que haya familia de familias que generan vínculos y que podamos mirar a ellos sin sospecha de que nos quiten la libertad», ha apostillado, para incidir, en este ámbito en la necesidad de promover la «vocación del matrimonio».

En relación con las familias, se ha acordado también de aquellas que se encuentran en «situación de dificultad» y ha saludado a una de venezolanos que se encontraba presente en el acto y que, precisamente, en este momento sufre «el agobio de dónde vivir» tras su llegada la ciudad. En este sentido, ha apelado a la «hospitalidad» y la «acogida», algo «muy propio de la Navidad».

Asimismo, el presidente ha llamado a la «esperanza» y a «levantar la bandera del diálogo» y el «encuentro». «Tenemos la misma carne, la misma tierra, la misma historia y la misma dignidad humana. Escuchémonos, hagamos posible buscar un pequeño punto de encuentro para desde ahí abordar las legítimas diferencias para organizar el bien común», ha clamado en este sentido.

La paz frente a la guerra

La paz, en «un mundo en guerra», ha sido otra de las palabras que ha reivindicado el arzobispo de Valladolid, quien ha lamentado los conflictos de Ucrania, Oriente Próximo, África o Asia. En este contexto, ha indicado que la paz es un «don mesiánico» que «desborda» a los humanos.

«Las guerras no desaparecen», ha censurado, para manifestar su anhelo de paz»: «Queremos ser instrumentos de paz. La Iglesia ofrece el perdón como algo sorprendente para poder conjugar desde ahí las identidades y las relaciones entre víctimas y verdugos».

Por último, Argüello ha puesto en valor la figura de Jesús, o Emmanuel, que «significa salvador». «Nos salva de lo que nadie nos puede salvar, de la pegajosidad del yo, lo que llamamos egoísmo, pecado o soberbia», ha apostillado.

Igualmente, ha incidido en que los que «más motivo» tienen para «celebrar la Navidad» son los que han «perdido un ser querido» o los que «se sienten solos». «Emmanuel consuela la soledad y acompaña nuestra presencia.

«Feliz Navidad, querida ciudad y provincia de Valladolid (…). Que la alegría, esperanza y la paz nos hagan acoger al Niño, ser casa de hospitalidad y, así, surgir entre nosotros una familia de familias que quieran encontrarse y colaborar por el bien común», ha concluido.