Apuesta decidida por la ejemplaridad

«La fidelidad en las cosas de poca importancia está relacionada, según la Escritura, con la fidelidad en las cosas importantes. Así como ser deshonesto en las cosas de poca importancia está relacionado con ser deshonesto en las cosas de importancia». Con este recordatorio arranca el reciente motu proprio del Papa con disposiciones sobre la transparencia en la gestión de las finanzas vaticanas.

Al hilo de su adhesión a la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, el Vaticano exigirá a los directivos y administrativos declarar que no tienen condenas ni investigaciones por terrorismo, lavado de dinero o evasión fiscal. Tampoco podrán tener activos en paraísos fiscales ni invertir en empresas que operen en contra de la doctrina de la Iglesia.

Estas medidas se suman al final del aforamiento de los cardenales y obispos en el Vaticano, que ahora deberán acudir a la justicia ordinaria en los eventuales juicios penales, y suponen un nuevo paso a favor de la transparencia y la ejemplaridad. En espera de la próxima reforma de la Curia, son una muestra más del convencimiento de Francisco de que, sin revisar mentalidades y prácticas, no habrá conversión misionera.