Apostol también de Extremadura - Alfa y Omega

El Doctorado de san Juan de Ávila es un acontecimiento de gracia para toda la Iglesia, y de un modo especial para la Iglesia en España. Pero las tres diócesis de la Provincia Eclesiástica nos sentimos muy agradecidas al Señor y al Santo Padre, ya que el nuevo Doctor de la Iglesia mantuvo con nuestras tierras y con nuestros cristianos una intensa relación pastoral: pasó una larga temporada en Zafra y se sabe que, desde esta ciudad, se trasladó a predicar a Fregenal de la Sierra y a los pueblos de alrededor. Entre nosotros, el Maestro Ávila realizó una fecunda labor apostólica, por eso también nosotros le podemos llamar, como lo hacen nuestros hermanos de Andalucía, apóstol de Extremadura.

Este gigante de la santidad nos puede iluminar a todos, sacerdotes, religiosos y laicos, en este momento histórico que estamos viviendo. San Juan de Ávila es un apóstol que integró en su ministerio todas las expresiones de la misión de la Iglesia, y lo más importante es que todo lo hizo con celo ardiente. Fue un gran teólogo, que puso su sabiduría, sobre todo en la predicación y en sus escritos, al servicio de una misión profundamente evangelizadora. En su ministerio sacerdotal se dedicó con singular celo a la predicación, a la dirección de almas, a la formación apostólica de los seminaristas y de los sacerdotes, y a la educación cristiana, creando colegios y universidades. Como andariego incansable, de esos que en su ardor misionero no tienen límites ni geográficos ni en el corazón, recorría los caminos dejando por todas partes huellas de amor de Dios en las almas.

El Santo Padre Benedicto XVI lo ha declarado Doctor de la Iglesia. Su testimonio fortalece nuestra fe, y es especialmente ejemplar para nosotros, para los que creer en Jesucristo es el centro de la vida personal y comunitaria. Como nos ha indicado el Papa, el Año de la fe lo celebraremos ayudados por los ejemplos de fe que han marcado los últimos dos mil años. Lo celebraremos evocando a cuantos a lo largo de los siglos han vivido la belleza de la fe y han dado testimonio de amor a Cristo. Nosotros recordamos particularmente a los mártires y santos de estas tierras, entre los que contamos a san Juan de Ávila.

Obispos de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz