Anuncia a Cristo con Anuncio
Diez jóvenes han dejado sus casas, durante un año entero, para preparar el Festival Anuncio, como propuesta cultural en la Jornada Mundial de la Juventud: evangelizar por las calles, compartir la fe con otros jóvenes, cantar y, sobre todo, rezar. ¿Te apuntas a vivir con ellos la JMJ y contar a todo el mundo que Cristo vive?
Kike Perete es valenciano, pero, este año, está viviendo en Madrid, en la conocida como Casa Anuncio, donde comparte trabajo y convivencia con otros nueve jóvenes, entre 20 y 29 años, que han dejado sus respectivos puestos de trabajo, o se han tomado un respiro de sus estudios, y se han puesto manos a la obra para trabajar por la Jornada Mundial de la Juventud desde el carisma propio de Anuncio, el lugar donde viven su fe: evangelizar por las calles a los jóvenes e invitarles a la oración.
Antes de septiembre de 2010, no se conocían de nada. De hecho, son de hasta cuatro nacionalidades distintas: una chica es colombiana; Kike, español; otra chica, inglesa; y siete, franceses, que lo han dejado todo para trabajar por el reino de Dios.
¿Cómo viven? De la Providencia más absoluta. Las religiosas de la Visitación les han prestado un piso, otras Hermanas les abastecen de comida cada semana, y mucha gente buena les da dinero para poder sostenerse, porque se dedican en cuerpo y alma a trabajar para organizar el Festival Anuncio en la JMJ: «Esto es confiar en la Providencia, aunque la Providencia también pasa por medio de cada uno de nosotros», cuenta Wandrille de Préville, uno de los jóvenes franceses que vive en la casa.
La labor de Anuncio en la JMJ
En el año 2009, los jóvenes que se habían juntado para vivir su fe, y formaron Anuncio, se presentaron en el Vaticano para discernir su carisma: «No somos una congregación –cuenta Wandrille–, tampoco pertenecemos a una diócesis concreta, aunque el carisma nació en Francia. Sólo somos laicos que amamos a la Iglesia». Fue en esta visita donde, tras pedir un discernimiento para el movimiento, surgió la idea de trabajar para la Jornada Mundial de la Juventud: «Tras esta propuesta, nos pusimos manos a la obra para que todos los jóvenes que vengan a la Jornada Mundial de la Juventud, vivan la experiencia que los apóstoles tuvieron en Pentecostés», explica Wandrille.
En la casa, cada día desde septiembre, los diez jóvenes rezan, se forman, comparten y, sobre todo, trabajan para preparar el gran encuentro con los jóvenes y el Santo Padre en Madrid, el próximo mes de agosto. Anuncio estará presente en la JMJ no sólo en la capital, los días que esté Benedicto XVI, sino que realizarán previamente su misión en nueve ciudades.
Los jóvenes que se inscriban como voluntarios para participar con Anuncio en la Jornada –esperan que sean, al menos, 700 chavales–, participarán durante tres días en un encuentro de formación y oración en Lourdes (Francia). Desde allí, serán enviados por diversos obispos, a los lugares de misión, durante una semana –en los Días en las Diócesis–, donde evangelizarán por las calles, organizarán Vigilias de oración, cantarán y compartirán su fe con otros jóvenes.
Desde allí, peregrinarán hasta Madrid, al encuentro con el Papa, donde los podremos encontrar en la céntrica Plaza de España. Por la mañana, se impartirán las catequesis de los obispos y, por la tarde, los jóvenes peregrinos de Anuncio ofrecerán talleres, charlas de formación, exposición del Santísimo y una larga lista de sacerdotes para confesar, además de una hora al día para ir por la calle, de dos en dos, y evangelizar, también, a aquellos que paseen por Madrid en agosto y no se hayan enterado todavía de lo que es la JMJ. «Las expectativas son muchas, está claro –reconoce Wandrille–, pero lo importante es saber que nos tenemos que abandonar en Cristo: queremos que muchos jóvenes españoles se apunten con nosotros -de momento, hay pocos-, que haya conversiones…, pero el único que sabe lo que ocurrirá es Jesús».
Como nació el Festival Anuncio
El Festival Anuncio vio la luz en 2008, por el deseo de un grupo de jóvenes de anunciar a Cristo por las calles y compartir la fe con otros jóvenes. El primer Festival, en Francia,consistió en tres días de formación sobre la evangelización, y, después, los 150 jóvenes congregados allí fueron enviados a animar las parroquias en cinco ciudades del sur de Francia. Después, se juntaron todos en París, donde tuvo lugar un festival de música, en la basílica del Sagrado Corazón, del barrio de Montmartre. «El año siguiente, 2009, ya había 200 jóvenes, que fueron a evangelizar a siete ciudades diferentes de Francia. El año pasado, 2010, nos juntamos 300 jóvenes, y fuimos a diez ciudades, incluyendo San Sebastián, en España», cuenta Kike.
Lo que comenzó siendo un festival veraniego es hoy un trabajo realizado a lo largo de todo el año. Por ejemplo, en el Festival de Cannes –sí, el festival de cine–, donde los jóvenes de Anuncio proponen alternativas de oración a los participantes y curiosos que se agolpan en la ciudad para el evento. La experiencia es positiva: «Cuando animamos a los jóvenes a que entren a rezar, algunos no dan el paso, otros se quedan contigo hablando una hora delante de la iglesia y otros entran por su propio pie», explica Kike. Lo mismo hacen estos días en Madrid, en el barrio de Chueca: «Lo principal es abrir las puertas de la iglesia, que se vea el Santísimo desde la calle. Y la gente entra».
Pilar Blázquez y Cristina Sánchez