Antonio José Valín: «Que el seminario esté en Santiago no es algo malo» - Alfa y Omega

Antonio José Valín: «Que el seminario esté en Santiago no es algo malo»

El vicario general de Mondoñedo-Ferrol se convertirá este sábado en nuevo obispo de Tui-Vigo, una de las diócesis implicadas en el nuevo seminario interdiocesano de Galicia

José Calderero de Aldecoa
Vivir cerca del mar le ha marcado espiritualmente
Vivir cerca del mar le ha marcado espiritualmente. Foto cedida por Antonio José Valín.

Fue administrador diocesano de Mondoñedo-Ferrol durante nueve meses. ¿Sospechó entonces que podía caerle un nombramiento como este?
No. Es verdad que había algunos compañeros que se metían conmigo y hacían bromas al respecto, pero yo no les daba importancia. Incluso el nombramiento de administrador diocesano también fue sorprendente. No me lo esperaba, ni una cosa ni la otra.

¿Cómo hacen los que se dedican a la Curia para no perder la perspectiva pastoral más de calle? Imagino que uno tendrá que echar de menos confesar en una parroquia de pueblo.
Para mí ha sido muy fácil, porque nunca lo he perdido. Siempre he estado bien en el seminario con la formación de los muchachos o en parroquias. De hecho, ahora mismo llevo doce años en la unidad pastoral de Foz. Un día te toca un entierro, luego te pones a confesar, hay que celebrar la Misa a los niños, etc.

¿Ha podido perfilar ya sus líneas pastorales? ¿Qué necesita hoy la diócesis de Tui-Vigo?
No es fácil responder a eso. Aunque me he movido dentro del mismo ámbito autonómico [Galicia], vengo de una diócesis muy distinta, mucho más rural. También más pequeña, no en extensión pero sí en población. Aquí hay grandes retos que, seguro, la diócesis ya está intentando responder. Está, por ejemplo, toda la realidad industrial y portuaria, la de la migración y la de los jóvenes. Creo que esos son los grandes desafíos, aunque, de momento, no tengo perfiladas líneas de acción. Por ahora, aspiro a incorporarme a la vida de la Iglesia en Tui-Vigo, conocer lo que se está haciendo y asumir las líneas del sínodo que hace unos años se celebró en la diócesis.

¿La vida cerca del mar puede marcar espiritualmente? En su escudo episcopal aparece la Stella Maris y unas ondas que recuerdan al océano.
Yo creo que sí, porque, entre otras cosas, cuando uno contempla el mar, incluso embravecido, es muy fácil pensar en Dios. A mí me ha marcado porque me he criado en un pueblo marinero. Por otro lado, hay que darse cuenta de que el mar es el trabajo de mucha gente, y a veces también dolor y sufrimiento. Significa el devenir de muchísimas personas que van y vienen y el encuentro de distintas culturas. Todo eso está detrás del mar, por eso aparece en mi escudo.

Caritas Christi urget nos.
Mi lema episcopal. Esa frase me ha acompañado toda la vida. Me he educado con las Hijas de la Caridad y el espíritu vicenciano se resume en esa frase. Estoy convencido de que el amor de Dios es lo que nos mueve, lo que nos puede llenar, lo que nos lleva a comprometernos en la realidad humana y en la eclesial. Nosotros tenemos que ser transparencia de ese amor y, si no, todo lo que hacemos no sirve de nada.

Bio

El obispo electo de Tui-Vigo nació en Ribadeo (Lugo) el 24 de febrero de 1968. En octubre de 1986 ingresó en el Teologado diocesano en Santiago de Compostela y realizó sus estudios en el Instituto Teológico Compostelano de 1986 a 1992. Fue ordenado sacerdote en la catedral de Mondoñedo el 14 de marzo de 1993. Es bachiller en Teología y y realizó un máster en comunicación cristiana. Tomará posesión de Tui-Vigo el próximo sábado, 20 de julio.

Llega al cargo después de la creación del seminario interdiocesano de Galicia. No va a tener, de esta forma, un seminario propio. ¿No sé si comienza hipotecada, de algún modo, su tarea como obispo? ¿Cómo lo vive usted?
Lo vivo como una oportunidad. La realidad de Galicia, a nivel vocacional, es pequeña. Por eso, unificar esfuerzos, trabajar en común, creo que es una decisión interesante e importante. Me sorprendió gratamente que los obispos actuaran así, creo que es un gran regalo.

Entiendo que esto no afecta en nada a la labor de la pastoral vocacional de la diócesis.
No. La pastoral vocacional la tenemos que seguir trabajando a todos los niveles, desde los más pequeños, en la catequesis, hasta los adultos. El objetivo es impregnar toda la pastoral de ese ambiente vocacional y de ahí irán surgiendo vocaciones. Pero que el seminario esté en Santiago y coordinado entre todos creo que no es algo malo. Al contrario, seguro que puede ser un incentivo muy positivo para la pastoral.

Estudió un máster en comunicación cristiana. ¿Cómo podemos mejorar la comunicación de la Iglesia?
Yo creo que lo que tenemos que hacer es mostrar lo que somos y lo que hacemos. Y siempre desde un lenguaje muy cercano, con el que se nos pueda entender. Insisto mucho en esto: nuestro vocabulario a veces está muy lejos de la realidad contemporánea. Hay veces que la gente tiene que ir a una enciclopedia para entender lo que le estamos diciendo. Hay que ser más directos y cercanos. En una sociedad tan vertiginosa, nadie se va a parar para tratar de descifrar lo que queremos decir. 

Entonces, ¿qué titular le pongo a esta entrevista?
[Risas] La verdad es que lo del máster lo tengo ya muy oxidado…