Anticipo de la tercera parte de Jesús de Nazaret, de Joseph Ratzinger/Benedicto XVI. Una historia de la alegría para el hombre de hoy

He tratado de interpretar —escribe Joseph Ratzinger en Castel Gandolfo, el 15 de agosto de 2012, solemnidad de la Asunción de María al Cielo—, en diálogo con los exégetas del pasado y del presente, lo que Mateo y Lucas cuentan al comienzo de sus evangelios sobre la infancia de Jesús. Una interpretación justa requiere, según mi convicción, dos pasos: por una parte, hay que preguntarse qué trataban de decir con su texto los respectivos autores en su momento histórico. Pero no basta con dejar el texto en el pasado, archivándolo así entre las cosas sucedidas hace tiempo. La segunda pregunta de un exégeta justo debe ser: ¿Es verdad lo que fue dicho? ¿Me afecta a mí? Y si me afecta, ¿de qué manera? (del Prólogo del libro)

Jesús no nació y apareció en público en el impreciso érase una vez del mito. Pertenece a un tiempo exactamente fechado y a un ambiente geográfico exactamente indicado: lo universal y lo concreto se encuentran (de la página 36 del manuscrito).

María envolvió al Niño en pañales. Sin sentimentalismo alguno, podemos imaginar con qué amor se encaminó María al encuentro con su hora y preparó el nacimiento de su Hijo. La tradición de los iconos, basada en la teología de los Padres, ha interpretado el pesebre y los pañales también teológicamente. El Niño arropado en pañales aparece como una anticipación de la hora de su muerte: desde el comienzo es el Inmolado, y el pesebre era representado como una especie de altar. San Agustín interpretó el significado del pesebre con un pensamiento que, en un primer momento, se nos antoja casi inconveniente pero que, examinado con más atención, contiene una profunda verdad: el pesebre es el lugar donde los animales encuentran su alimento. Ahora yace en el pesebre Aquel que se ha definido a sí mismo como el verdadero pan bajado del cielo, como el verdadero alimento que el hombre necesita para ser persona humana, el alimento que da al hombre la vida verdadera, la eterna (de la página 38 del manuscrito).

Escrutando las estrellas

La editorial Rizzoli, que publicará el libro en coedición con la Editora Vaticana en vísperas de Navidad, presenta la tercera parte de Jesús de Nazaret en la Feria de Frankfurt (del 10 al 14 de octubre de 2012). Hay negociaciones con editores de más de treinta naciones para la distribución de las traducciones del original alemán a veinte idiomas. El libro —dice la editorial en el siguiente comunicado— muestra «cómo el Evangelio no es una historia del pasado, sino que pertenece al presente»:

En este volumen, destinado a suscitar debate y a relanzar la discusión teológica, el autor analiza los textos de los evangelios e invita al lector a plantearse interrogantes cruciales: ¿Es verdad? ¿Me afecta a mí? ¿De qué manera? Las preguntas con las que se abre el libro remiten a la de Pilatos: Tú ¿de dónde vienes?; es la pregunta que acompaña la historia del hombre de todas las generaciones, la misma que se hicieron los sabios de Oriente, los Magos filósofos, escrutadores de estrellas, que tanto tienen que ver con la inquietud del ser humano que busca aquella verdad que es la única que lleva a la verdadera y profunda alegría.

En los evangelios de la Infancia, Joseph Ratzinger-Benedicto XVI describe admirablemente la raíz teológica de la alegría y nos lleva a descubrir cómo el Evangelio no es una historia del pasado, sino que pertenece al presente y al hombre contemporáneo. Y, mientras sumerge al lector en la Anunciación a María, en el Nacimiento, o en la Adoración de los Magos, hace una exégesis de aquellas páginas válida para hoy. Hoy nos encontramos con los Magos ante el Niño y su Madre, hoy nos preguntamos por el sentido de aquel encuentro y nos interpela hoy cómo una mujer pueda decir Sí a Dios fiándose totalmente de Él. Ante la inminencia de Navidad, este libro es la historia de la alegría que, con el Nacimiento, se nos revela en la sencilla pobreza de una gruta.