El Papa pedirá perdón por lo que causa «vergüenza» a la Iglesia antes del Sínodo - Alfa y Omega

El Papa pedirá perdón por lo que causa «vergüenza» a la Iglesia antes del Sínodo

Participarán 368 padres y madres sinodales, entre ellos dos obispos chinos y un grupo de españoles

Victoria Isabel Cardiel C.
Un momento de la rueda de prensa
Un momento de la rueda de prensa. Foto: CNS.

Un día antes del arranque del Sínodo sobre el devenir de la Iglesia, el Papa presidirá una vigilia penitencial para «pedir perdón» por los pecados de la Iglesia y por todo aquello que le causa «vergüenza». Será el próximo 1 de octubre próximo en la basílica de San Pedro y estará «abierta a todo el mundo», tal y como ha señalado el cardenal Mario Grech, en la presentación de las sesiones del XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos en el que participarán 368 padres y madres sinodales, entre ellos dos obispos chinos.

Tres personas – cuya identidad todavía no ha sido facilitada por el Vaticano- darán testimonio. Una será una víctima de la guerra; otra de abusos sexuales en el seno de la Iglesia y otra, de las migraciones.

En la vigilia que estará organizada por la Secretaria General del Sínodo y la diócesis de Roma, en colaboración con la Unión de los Superiores Generales y la Unión Internacional
de Superioras Generales «se llamarán por su nombre pecados que causan más dolor y vergüenza», ha explicado Grech.

También se hablará del pecado del de la doctrina utilizada como piedra que hay que arrojar contra el otro, o de aquel que va contra la sinodalidad, la comunión y la participación de todos. «No se trata de denunciar el pecado de los demás, sino de reconocerse parte de aquellos que por omisión o acción se convierten en causa de sufrimiento, responsables del mal sufrido por los inocentes o indefensos. Al final de esta confesión, el Santo Padre dirigirá, en nombre de todos los cristianos, una petición de perdón a Dios y a los hermanos de toda la humanidad», ha declarado Grech.

Según el documento facilitado a la prensa por la Secretaría General del Sínodo, «una Iglesia que quiere caminar juntos necesita siempre reconciliarse». Bajo esta luz el perdón «constituye la realización fundamental de la Iglesia, porque sintetiza su naturaleza y su misión», se lee en el texto.

Francisco «nos ha enseñado que también es necesario pedirlo, llamando a los pecados por su nombre, sintiendo dolor e incluso vergüenza», ha explicado en este sentido el secretario general de la Secretaría General del Sínodo respecto a esta novedosa iniciativa.

El número de delegados que participarán en el Sínodo también es significativo, ya que una cuarta parte de los participantes no serán obispos. De los 368 participantes, 96 serán laicos, religiosos o sacerdotes. Si bien no hay grandes cambios respecto a la organización del Sínodo en relación a la reunión de obispos del 2023, los organizadores han explicado que algunos foros estarán abiertos al público. Una novedad que surge de la petición de los participantes en el Sínodo de comprender mejor los temas sinodales. Con todo, las discusiones principales seguirán siendo confidenciales de manera que ningún delegado podrá adelantar los contenidos o las posiciones tomadas en los debates.

El pasado 9 de julio, el Vaticano publicó el Instrumentum Laboris, el documento que guiará a los participantes del Sínodo sobre el futuro de la Iglesia: un proceso que el Papa inició en 2021 y que tendrá su última sesión en octubre.

El documento dejó clara la necesidad de una mayor participación de las mujeres en la vida de la Iglesia. La Secretaría General del Sínodo incluso criticó una cultura que a veces ha sido «machista» y recomendó por ello «una mayor participación de las mujeres en los procesos de discernimiento eclesial». También pidió específicamente que las mujeres accedieran a «puestos de responsabilidad» en diócesis, seminarios y lugares de formación, así como a posiciones de «jueces en los procesos canónicos».

Asismismo, el Vaticano dejó claro que estaba considerando el desarrollo de «ministerios laicos». Esta posibilidad ya fue abierta por el Concilio Vaticano II y Francisco la retomó con la creación de los ministerios de catequista, lector y acólito. También se consideró la creación de un «ministerio de la escucha y del acompañamiento» para tener en cuenta a «las personas que, por diversas razones, están o se sienten excluidas o al margen de la comunidad eclesial».

En todo caso, el Papa ha dejado fuera de las discusiones del Sínodo los temas más controvertidos que fueron planteados en la asamblea de 2023 y que, precisamente por su complejidad, ya no se tratarán en la cita de octubre del 2024.